En un desafortunado evento, más de dos mil hectáreas de terreno, entre maleza, pastizales y bosques, han sido consumidas por las voraces llamas en la majestuosa Sierra de Santa Rosa, ubicada en el municipio de Guanajuato. Lo que comenzó como un incendio modesto, rápidamente se ha intensificado debido a condiciones climáticas desfavorables, incluyendo vientos fuertes y un ambiente seco que ha proporcionado un escenario propicio para la propagación del fuego.
Las autoridades locales informan que hasta la mañana de este miércoles, el área afectada había alcanzado las dos mil 42 hectáreas, un aumento dramático desde las 400 hectáreas registradas apenas un día antes. A pesar de los esfuerzos de los bomberos y brigadistas, solo se ha logrado controlar el 10 por ciento del incendio, siendo las zonas de San Bartolo y Cañada de la Virgen las más devastadas.
La magnitud del desastre ha requerido una respuesta conjunta de diversas agencias y organizaciones. En las labores de mitigación participan activamente el Ejército Mexicano, la Comisión Nacional Forestal (Conafor), la Guardia Nacional y la Coordinación Estatal de Protección Civil, entre otros. Se estima que alrededor de 243 brigadistas se han unido a la lucha contra el fuego, junto con unos 60 valientes voluntarios.
El ecosistema afectado por este incendio es diverso y valioso, albergando árboles de encino, pinos, cedros y una variedad de arbustos. La recuperación de esta área natural llevará tiempo y esfuerzo, pero la colaboración y determinación de todos los involucrados son clave para restaurar este importante pulmón verde y proteger la biodiversidad que alberga.