Un poderoso tornado arrasó la pequeña localidad de Greenfield, Iowa, dejando a su paso una estela de destrucción. Varios residentes perdieron la vida y al menos una docena resultaron heridos, mientras casas, negocios, árboles y vehículos quedaron destrozados y escombros se esparcieron por todas partes.
El tornado, que golpeó el martes, destruyó gran parte de Greenfield, una comunidad de aproximadamente 2,000 habitantes ubicada a unos 88 kilómetros al suroeste de Des Moines. La tormenta fue parte de una jornada que también vio múltiples tornados, granizo gigante y lluvias torrenciales en varios estados.
Alex Dinkla, de la Patrulla Estatal de Iowa, confirmó en una conferencia de prensa que había varios muertos y al menos una docena de heridos en Greenfield.
Las autoridades solo permitirían el ingreso de residentes a Greenfield hasta la mañana del miércoles, y ordenaron a los medios de comunicación abandonar la ciudad el martes por la noche.
Después de la tormenta, partes de Greenfield quedaron devastadas. Montones de escombros cubrían los solares donde antes había casas, los vehículos estaban destrozados y las casas dañadas formaban un horizonte de destrozos bajo un cielo gris y nublado. Los árboles perdieron ramas y hojas. Los residentes se ayudaban mutuamente a rescatar muebles y pertenencias de entre los montones de escombros o de las casas que apenas quedaban en pie.
La comunidad de Greenfield se enfrenta a la difícil tarea de reconstruir y recuperarse después de esta tragedia.
