AGENCIA
París.- Una mujer de 24 años, inmigrante de origen argelino, es la principal sospechosa del asesinato de Lola, la niña de 12 años que apareció en una maleta en París el pasado viernes. Dhabia B., acusada de “asesinato” y “violación de menor con actos de tortura y barbarie”, ha declarado este lunes ante el juzgado de instrucción que investiga el caso.
La policía tenía constancia de Dhabia B. como víctima de violencia doméstica en 2018; la joven entró legalmente a Francia en 2016 con un visado de estudiante. El 21 de agosto fue detenida en un aeropuerto francés por carecer de permiso de residencia, se le impuso automáticamente una obligación de abandonar el territorio francés.
Durante su declaración a puerta cerrada ante los jueces, la mujer de cabello castaño ondulado, recogido en un moño, se presentó con un chándal azul, una camiseta gris y una sudadera sobre los hombros.
Tras reconocer el “horror” vivido por la familia de la adolescente, el abogado de la acusada, Alexandre Silva, ha pedido a la prensa que cesen los “rumores”, y ha recordado el principio de presunción de inocencia.
La sospechosa, que al parecer padece trastornos mentales, fue detenida en la madrugada del sábado en Bois-Colombes (Hauts-de-Seine) tras aparecer en las imágenes de las cámaras de vigilancia del edificio donde vivía la niña.
Un testigo también denunció la presencia de esta mujer, que habría solicitado su ayuda a cambio de dinero para mover un voluminoso baúl.
Ante los investigadores, el interrogatorio “fluctuó, oscilando entre el reconocimiento y la negación de los hechos”. Según la nota de prensa difundida por la Fiscalía, la sospechosa declaró que “arrastró a la víctima al apartamento de su hermana, que vive en el mismo edificio que la niña, y la habría obligado a bañarse antes de cometer una agresión sexual sobre ella y otros actos de violencia que resultaron en la muerte de la niña, y supuestamente escondió el cuerpo en la caja”.
Los hechos se desarrollaron entre las 15:17, hora en que las cámaras de seguridad captan a Lola entrando en el edificio junto a Dhabia B., y las 16:48, hora en la que esta última sale sola con dos maletas y un baúl de plástico.
Según la información a la que ha tenido acceso Europe 1, la mujer reconoce los abusos sexuales. “La agarré del pelo, le metí la cabeza entre las piernas, tuve un orgasmo”, afirmó en su declaración. Posteriormente, según su relato, le tapó la cara, probablemente provocándole la muerte por asfixia.
En una declaración que ha dejado a los investigadores estupefactos, Dhabia B. asegura que se tomó un café y luego escuchó música, antes de seccionar el cuerpo de la niña con unas tijeras o un cuchillo hasta el punto de que la cabeza apareció casi desprendida del tronco; además, bebió la sangre de la víctima después de ponerla en una botella, objeto que los investigadores aún no han encontrado.
La descripción encaja con las pruebas encontradas en la autopsia, sin embargo, tras el relato detallado de los hechos, la sospechosa se ha retractado de su declaración y asegura que había contado un sueño y no la realidad. Afirma haberse defendido contra un atacante misterioso con un cuchillo y haber luchado contra un fantasma, y jura que jamás mataría a un niño.
“Un cero y un 1 estaban escritos en rojo en la planta de cada pie de la víctima”, según la Fiscalía de París.
Los padres de la niña, preocupados por no verla regresar del colegio el viernes por la tarde, alertaron a la policía de la desaparición de su hija, así como de la presencia de esta joven desconocida en el edificio residencial del distrito 19 de París.
Finalmente fue un vagabundo de 42 años quien descubrió una caja de plástico opaco que contenía el cuerpo de la adolescente en el patio interior del edificio donde reside la familia de Lola.
El cuerpo de la colegiala estaba oculto por telas, según fuentes cercanas al expediente. Junto al baúl había dos maletas de cabina; la autopsia realizada el sábado determinó que Lola murió por “insuficiencia cardiorrespiratoria con asfixia y signo de compresión cervical”, según informó la fiscal de París, Laure Beccuau.
El examen reveló “múltiples lesiones” pero no “lesión traumática de la esfera sexual”.