AGENCIA
La Paz, BCS.- Autoridades de Baja California Sur confirmaron la detención de Andrés “N”, principal sospechoso del feminicidio de Leslie Desiree Agúndez Moyrón, joven empresaria de 21 años cuyo cuerpo fue hallado sin vida el pasado 1 de agosto en las cercanías del ejido Chametla. La captura de Andrés, medio hermano de Leslie, se llevó a cabo el pasado 3 de agosto en un operativo realizado sobre la carretera La Paz-Ciudad Insurgentes.
El detenido, de 20 años, enfrenta ahora un proceso judicial por el presunto delito de feminicidio, un acto que ha conmocionado a la comunidad de La Paz y ha puesto en el centro del debate la creciente violencia de género en la región.
Leslie Desiree, reconocida por su emprendimiento y carisma, fue reportada como desaparecida el 27 de julio. Su repentina ausencia generó una intensa búsqueda por parte de familiares, amigos y autoridades, culminando trágicamente con el hallazgo de su cuerpo sin vida.
La Procuraduría General de Justicia del Estado ha iniciado una exhaustiva investigación para esclarecer los hechos y llevar ante la justicia a todos los responsables. Se espera que en las próximas semanas se revelen más detalles sobre el caso, mientras tanto, la sociedad exige que se aplique todo el peso de la ley contra el presunto feminicida.
El feminicidio de Leslie Desiree se suma a una preocupante estadística de violencia de género en Baja California Sur. Este caso, el cuarto feminicidio registrado en lo que va del año, ha puesto de manifiesto la urgencia de implementar políticas públicas más efectivas para prevenir y erradicar este tipo de crímenes.
El gobernador de Baja California Sur, Víctor Castro, ha expresado su solidaridad con la familia de Leslie y ha reiterado su compromiso de trabajar incansablemente para garantizar la seguridad de las mujeres y niñas en la entidad. Asimismo, ha llamado a la sociedad a unirse en la lucha contra la violencia de género y a denunciar cualquier acto que atente contra la integridad de las mujeres.
En memoria de Leslie Desiree Agúndez Moyrón, la comunidad de La Paz exige justicia y un cambio real en las políticas de protección hacia las mujeres, esperando que su trágica muerte no quede impune y que sirva como catalizador para un cambio significativo en la lucha contra la violencia de género.