Orizaba.- Elementos de la Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI), cumplieron la orden de aprehensión en contra de un presunto defraudador, al pagar un millón de pesos de café en grano, con un cheque apócrifo.
Humberto Zavaleta Gutiérrez, de 50 años de edad, originario de Orizaba, con domicilio conocido en Coyametla, perteneciente al municipio de Zongolica, de ocupación comerciante, es el detenido, que ingresó al penal de La Tomita para que sea procesado por este fraude.
Está acusado como probable responsable del delito de fraude, cometido en agravio del patrimonio de “Cafetalera Zongolica, SA de CV, representada por José Félix Flores de la O, y enfrenta la causa penal número 097/2013, mismo que fue puesto a disposición del Juez Tercero de Primera Instancia, quedando internado en el centro de internamiento.
La denuncia fue presentada por el representante legal de la Cafetalera Zongolica, en la cual indica que el 19 de julio del año 2012, el acusado realizó una compra de café al negocio ubicado en calle 13 número 505 de la colonia centro de Córdoba.
En total adquirió 15 mil 899 kilos, de café prima lavado preparación europea, café granaza y café de desmanche, haciendo un costo de 939 mil 611 pesos con veintiocho centavos, el cual le fue entregado en el beneficio de café y bodega que se encuentra ubicado en Álvaro Obregón, sin numero de la localidad, Sumidero del municipio de Ixtaczoquitlán.
Ahí se comprometió a pagar en efectivo al día siguiente, siendo el día 20 de julio del año 2012 cuando se entrevistó nuevamente con el indiciado y le dijo que no tenía dinero para liquidarle pero que no desconfiara, ya que tenía años comprando café.
Incluso les enseñó los inventarios que tenía en su bodega y eran superiores a la venta que hizo el día anterior, ya que le mostró cheques por cobrar, que en total sumaban un millón de pesos de una empresa de México, con eso demostró que era solvente.
Además dijo que también contaba con diversas propiedades que garantizaban y respaldaban el cobro del adeudo, por ello le pidió que regresara al día siguiente, aprovechándose de su confianza, porque en la bodega le daría el pago.
Pero al día siguiente se percató que la bodega se encontraba vacía, porque el hoy detenido había dispuesto de todo el café de manera sorpresiva y sin respetar el trato realizado, y sin que hasta la fecha haya realizado el pago que habían pactado por el producto que le fue entregado.
Óscar Jiménez Carrasco
El Buen Tono