Caracas, Venezuela – En medio de la creciente crisis poselectoral que sacude a Venezuela tras la cuestionada reelección de Nicolás Maduro, una nueva detención ha puesto en evidencia la agudización de la represión contra los medios de comunicación en el país. Carmela Longo, una periodista de renombre en el ámbito del entretenimiento, fue arrestada este domingo en su hogar en Caracas, según denuncias del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP).
El SNTP informó en la red social X que efectivos de la Policía Nacional llegaron a la vivienda de Longo, llevándola junto a su hijo bajo circunstancias aún poco claras. En un video divulgado por el sindicato, se observa a Longo y a su hijo abordando sin resistencia una patrulla. Los agentes habrían confiscado equipos de computación durante el allanamiento.
Hasta el momento, las autoridades no han emitido declaraciones oficiales sobre medidas específicas contra Longo, y los detalles sobre su situación siguen siendo escasos. La detención de Longo se suma a una serie de arrestos que han afectado a periodistas desde las elecciones del 28 de julio, cuando Maduro fue proclamado ganador en medio de acusaciones de fraude.
El SNTP ha documentado siete arrestos de periodistas desde las elecciones, incluyendo a dos reporteros dedicados al activismo político. Las protestas derivadas de los resultados electorales han resultado en 27 muertes, incluyendo dos militares, cerca de 200 heridos y más de 2,400 detenciones.
El arresto de Longo coincide con su reciente despido del diario Últimas Noticias, en el cual trabajó durante casi dos décadas. La periodista fue desvinculada del periódico, que en su pasado crítico al chavismo fue adquirido en 2013 por nuevos propietarios alineados con el régimen.
El SNTP también ha denunciado el despido de numerosos trabajadores de medios estatales por sus interacciones en redes sociales a favor de la oposición. La administración de Maduro ha respondido a las críticas bloqueando la plataforma X, acusando a los opositores de lanzar “campañas de odio”.
Este nuevo episodio subraya la creciente tensión y el endurecimiento de la represión en Venezuela, donde la libertad de prensa enfrenta amenazas cada vez más graves en el contexto de una crisis política y social en plena escalada.
