De la Redacción
El Buen Tono
Fortín.- A cuatro años de administración, el alcalde, Gerardo Rosales Victoria, enfrenta críticas por el manejo opaco e ineficiente del presupuesto municipal, donde las obras y servicios que demandan los ciudadanos han sido relegados, mientras que desvíos hacia asuntos personales ensombrecen su gestión.
El municipio sigue enfrentando graves carencias en infraestructura básica, desde calles intransitables hasta la falta de servicios como agua potable, alumbrado público y drenaje en diversas colonias y comunidades de la localidad.
Estas necesidades, constantemente señaladas por los ciudadanos, contrastan con la ausencia de proyectos significativos que justifiquen el uso del presupuesto anual.
Mientras Fortín sigue esperando inversiones que transformen su realidad, los desvíos de recursos hacia fines personales se intensifican.
Despilfarro
El caso más reciente involucra gastos en eventos y adquisiciones de poca relevancia para el bienestar colectivo, mientras que obras públicas estratégicas permanecen sin iniciarse o están a medias.
Esto refuerza la percepción de un gobierno más preocupado por el beneficio propio que por el desarrollo del municipio.
La administración de Rosales Victoria también ha sido cuestionada por su falta de transparencia.
La información sobre el uso de los recursos municipales es limitada y difícil de acceder, lo que genera dudas sobre cómo se ejerce el presupuesto y alimenta las sospechas de irregularidades en la actual administración local.
Organizaciones y ciudadanos han exigido en repetidas ocasiones una rendición de cuentas clara, pero el gobierno municipal ha respondido con silencio o evasivas, perpetuando un clima de desconfianza.
La falta de un manejo adecuado del presupuesto frena el desarrollo de Fortín, y afecta directamente la calidad de vida de sus habitantes.
