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Veracruz.- Bajo la gestión de Cuitláhuac García Jiménez, Veracruz se convirtió en el escenario de uno de los mayores desfalcos de recursos públicos de la historia reciente del estado. Según la Auditoría Superior de la Federación, más de 42 mil millones de pesos destinados a obras públicas fueron dejados de ejercer, mientras el gobierno de Morena lo disfraza como “ahorros” de la administración.
La Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP), encabezada por Elio Hernández, fue el epicentro de este saqueo. La falta de transparencia y el abuso de poder marcaron su gestión, en la que se priorizó el beneficio familiar y el pago de moches por encima del bienestar de los veracruzanos. Obras de mala calidad, construcciones a medio hacer y recursos desvíados para fines personales fueron la constante. En 2024, el subejercicio fue de 2 mil 076 millones de pesos, mientras que en 2023 llegó a 12 mil 913 millones.
La irresponsabilidad de los funcionarios estatales no solo se refleja en cifras. El caso de José Luis Lima Franco, exsecretario de Finanzas, es otro claro ejemplo de cómo se gestionó el dinero público sin el más mínimo recato. La falta de explicaciones sobre el destino de los fondos, que ni siquiera fueron devueltos a la federación, es una afrenta a la ciudadanía.
