De la Redacción
el buen tono
CÓRDOBA.- Una empleada del área de souvenirs y de la taquilla de recorridos del Museo del Café, fue despedida luego de que presuntamente incurriera en constantes robos. Los cortes de caja de la trabajadora de confianza de la alcaldesa y una de las que además planeaba sindicalizarse, eran mucho menores a los que reportaba una de sus compañeras, quien cubría sus descansos y horas de comida, por lo que personal del lugar investigó e inclusive, revisaron las cámaras de Seguridad detectando así el delito.
Personal cercano al Museo del Café aseguró ante este medio que la exempleada fue recomendada por Juana Ignacia Vázquez González, quien ha sido acusada de empacar bombones de café de una conocida dulcería de la ciudad para hacerlos pasar como “artesanales”.
“De hecho, su marido también está en Tesorería, ojalá él no vaya a hacer lo mismo porque todos son iguales, o sea unas fichitas que entraron a esta administración sólo por ser de la iglesia Amistad y Vida, tanto la empleada que corrieron como su esposo estaban todo el día en el museo tomando café y desayunado gratis, inclusive con sus hijos”, señaló. Esto deja en claro el tipo de personal que la alcaldesa quería sindicalizar, para que siguieran con sus tranzas habituales, insistió.
Fuentes cercanas al Museo del Café revelaron anteriormente las anomalías en las que ha incurrido la encargada de la tienda de souvenirs, recepción y turismo, Juana Ignacia Vásquez González, a quien acusan de comercializar productos que no son realizados por artesanos, si no por su hija, además, aseguran que tanto los bombones de café y chiclosos que se venden en el lugar, son de la tienda de dulces conocida como La Josefina, los cuales sacan de su envoltura original para así poder triplicar sus costos de los productos.
Bolsas de mano, carteras, ropa de dama y accesorios como aretes, collares y pulseras, son presuntamente realizadas por la hija de Juana Ignacia Vásquez González, dejando de lado la oportunidad para el talento cordobés y en su lugar, los beneficios son para sus familiares como es el caso de su sobrina, Livier Ramírez Vázquez, quien entró a trabajar al Museo del Café mediante sus influencias así como su esposo, quien actualmente funge como chofer del tesorero Emilio José Cangas Miranda.
Además, en ese sentido, detallaron que también vende ropa y cosméticos dentro de las instalaciones del museo y en horario de trabajo, incluso cuando el reglamento de trabajadores lo prohíbe y el hecho denota baja automática. Finalmente, la fuente informativa expresó que es una tristeza que siendo el Museo del Café uno de los pocos lugares llamativos para el turismo, se lleven a cabo estas irregularidades que no son más que un abuso y una tomada de pelo para los ciudadanos.