Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba.- A pesar de la suspensión del desfile oficial con motivo del 203 aniversario de la Batalla de Córdoba, la tarde de este miércoles se llenó de vida y color. Las principales calles de la ciudad vibraron al compás de las marchas militares y las melodías enérgicas de las marching bands y bandas de guerra, quienes, desafiando las circunstancias, decidieron mantener viva la tradición que caracteriza a los cordobeses.
El ambiente era festivo. Los ciudadanos, muchos de ellos vistiendo los colores claros se alinearon a lo largo de las avenidas para no perderse ni un solo detalle. Los niños, con ojos brillantes de emoción, ondeaban pequeñas banderas mientras esperaban ansiosamente el paso de las bandas. Los comerciantes aprovecharon la ocasión, ofreciendo desde refrescantes aguas frescas hasta volovanes y rebanadas de pizza.
Las marching bands, con sus uniformes impecables y coreografías precisas, trajeron una explosión de energía. Los tambores retumbaban, llenando el aire con una mezcla contagiosa de música y entusiasmo. Las bandas de guerra, por su parte, desfilaron con una disciplina y solemnidad que arrancaron aplausos y muestras de respeto del público.