CÓRDOBA.- Al mismo tiempo que Raúl Arróniz enfrenta una denuncia por fraude y debe pagar cuando menos 32 millones de pesos a sus exsocios del negocio de parquímetros en Tlaquepaque, en el evento del presidente Andrés Manuel López Obrador, testigos dijeron que lo fue a buscar inútilmente para pedir su intercesión y seguir viviendo del presupuesto público, como lo hicieron con Miguel Ángel Yunes Linares.
“Raúl y Mónica Arróniz hicieron hasta lo imposible por ser vistos por el presidente Andrés Manuel López Obrador, y lo más que pudieron fue tomarse una fotografía con Manuel Huerta Ladrón de Guevara, que parece traidor a Morena luego de que en su periódico denostaron a AMLO y a Cuitláhuac en la campaña para favorecer a Yunes”, explicó un testigo que mandó la fotografía a la redacción.
Manuel Huerta Ladrón de Guevara es el superdelegado de Morena en Veracruz y debe seguir la firmeza de su jefe el Presidente con los principios de su partido y del gobierno de la Cuarta Transformación. “Es tiempo de que los traidores y vividores del presupuesto vivan su realidad y entiendan que no pueden un día insultar y luego pedir perdón para que les sigan dando dinero, porque el que les daba ya no está ni estará más, y que tampoco se pueden traicionar principios en Morena, cuando el superddelegado se toma una foto con quien un día los humilló”, dijo el que mandó la fotografía.