Si tienes una meta, debes luchar por ella con todas tus fuerzas. Este pensamiento ha guiado al marchista cordobés Ricardo Ortiz, quien hoy se encuentra en territorio francés representando con orgullo al estado de Guanajuato en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Un Camino Llano de Desafíos
La espera fue larga y llena de contratiempos económicos que obligaron a Ricardo a buscar alternativas para conseguir recursos. Con una determinación inquebrantable, el joven vendió helados y paletas de hielo para solventar los gastos y así poder llegar a Francia. Su deseo de ser parte de la historia mexicana en una justa olímpica no conoció limitantes.
El Sueño Olímpico
Motivado por crecer profesionalmente en la disciplina de la marcha, un deporte en el que México siempre se ha destacado en olimpiadas, Ricardo, originario del ahora Pueblo Mágico de Córdoba, migró a Guanajuato. En esta entidad, con el tiempo, fue arropado por las autoridades que valoraron su potencial como atleta.
A pesar de haber buscado ayuda durante años en el Instituto Veracruzano del Deporte (IVD) sin éxito, Ricardo no se rindió. Ahora, desde la sede de los Juegos Olímpicos en la capital francesa, la emoción en su voz y sus expresiones es evidente.
La Experiencia en la Villa Olímpica
Al pisar la Villa Olímpica en Saint-Denis, Ricardo compartió sus primeras impresiones:
“Llegando e instalados en la Villa, feliz por estar en París. En una semana estaré compitiendo, tengo unos días para adaptarme, espero tener un buen resultado, vengo bien preparado y a disfrutar la experiencia.”
Un Ejemplo de Perseverancia
La historia de Ricardo Ortiz es un testimonio de perseverancia y dedicación. Su camino hacia París 2024 es una inspiración para todos aquellos que sueñan con alcanzar grandes metas, demostrando que, con esfuerzo y determinación, no hay barrera que no se pueda superar.
Desde la Villa Olímpica, todos los ojos están puestos en Ricardo, quien con cada paso en la marcha, lleva consigo el orgullo de México y el espíritu de lucha que lo ha llevado hasta aquí.