Un grupo de arqueólogos ha realizado un hallazgo sorprendente que arroja nueva luz sobre la evolución humana: fósiles de 700 mil años de antigüedad pertenecientes a un antiguo ancestro del Homo floresiensis, una especie humana diminuta conocida cariñosamente como “los Hobbits” por su pequeña estatura.
El Hallazgo en Flores
Los investigadores encontraron los huesos fosilizados de cuatro individuos, incluidos dos niños, en una profunda capa arenosa en la isla de Flores, Indonesia. Al comparar estos huesos con los de un humano moderno, descubrieron que este homínido habría medido apenas 100 cm de altura, similar a los Hobbits de J. R. R. Tolkien en “El Señor de los Anillos”.
Dimensiones Asombrosas
El profesor Adam Brumm de la Universidad Griffith, coautor del estudio, explicó que las diminutas proporciones de estos huesos sugieren que los primeros progenitores del “Hobbit” eran incluso más pequeños de lo que se pensaba anteriormente. “Cuando vi por primera vez el pequeño húmero, pensé que era el hueso de un niño, pero me sorprendí al descubrir su etapa de desarrollo”, comentó el profesor Yousuke Kaifu de la Universidad de Tokio. Este húmero, con solo 211-220 milímetros de largo, es el más pequeño jamás descubierto en un homínido adulto.
Orígenes de los “Hobbits”
El Homo floresiensis fue descubierto por primera vez en 2003 en la cueva de Liang Bua, también en Flores. Estos homínidos, que vivieron hace aproximadamente 50 mil años, medían solo un metro de altura. Desde su descubrimiento, los científicos han debatido sobre su origen y por qué evolucionaron hasta ser tan pequeños.
Sin embargo, el equipo del profesor Brumm cree haber encontrado pistas cruciales que podrían resolver este enigma. En un artículo publicado en Nature Communications, revelaron que los nuevos fósiles son anteriores a los encontrados en Liang Bua por unos 650 mil años. Esto sugiere que la evolución hacia una estatura diminuta comenzó mucho antes de lo que se había asumido.
Implicaciones Evolutivas
Los nuevos fósiles indican que la historia del “Hobbit” comenzó cuando un grupo de Homo erectus quedó aislado en Flores hace aproximadamente un millón de años y experimentó una dramática reducción de tamaño corporal con el tiempo. Sorprendentemente, estos homínidos compartieron la isla con los dragones de Komodo de 3 metros de largo durante miles de años.
“Esto implica que los reptiles gigantes no representaban una amenaza de depredación seria para el H. floresiensis temprano o sus progenitores”, afirmó el profesor Brumm. Esta coexistencia sugiere que la pequeña estatura no fue una desventaja evolutiva, sino posiblemente una adaptación a su entorno aislado.
Conclusión
El descubrimiento de estos antiguos fósiles en Flores no solo proporciona una nueva perspectiva sobre la evolución del Homo floresiensis, sino que también plantea nuevas preguntas sobre cómo estos pequeños homínidos lograron sobrevivir y adaptarse en un entorno compartido con depredadores gigantes. La historia de los “Hobbits” humanos sigue siendo una fascinante ventana al pasado, revelando los misterios y maravillas de la evolución humana.