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GALES.- “De aquí a 2025, la mitad de la población mundial vivirá en zonas con escasez de agua”, advierte un informe de la OMS de junio de 2019. El organismo internacional considera que la reutilización de aguas residuales será impresindible para dar de beber a la población y regar nuestros cultivos, pero al día de hoy los sistemas de potabilización, fundamentalmente basados en el cloro, son lentos y pueden llegar a ser tóxicos.
El revolucionario método descubierto por los investigadores de la Universidad de Cardiff promete ser “mil millones de veces más eficaz que el cloro en condiciones similares” y además purificar el agua de manera instantánea.
Según explican los investigadores en un artículo publicado en la revista Nature, este sistema sólo necesita hidrógeno y óxígeno para funcionar. Un catalizador hecho de oro y paladio toma el hidrógeno y el oxígeno para formar peróxido de hidrógeno, el agua oxigenada de toda la vida que sirve de desinfectante y que actualmente se produce a escala industrial.
El equipo observó que cuando el catalizador une el hidrógeno y el oxígeno para formar peróxido de hidrógeno, también se producen una serie de compuestos altamente reactivos que no forman parte del agua oxigenada en sí y que son los responsables principales del alto efecto antibacteriano y antiviral.
El estudio demuestra que el sistema, además de ser millones de veces más eficaz que el cloro para desinfectar el agua, es un antibacteriano 10.000.000 de veces más potente que el peróxido de hidrógeno industrial.
“La actividad bactericida y virucida que se consigue al hacer reaccionar el hidrógeno y el oxígeno con nuestro catalizador es significativamente mayor que con el peróxido de hidrógeno comercial o la cloración, y muestra el potencial para revolucionar las tecnologías de desinfección del agua en todo el mundo”, afirma Graham Hutchings, profesor del Instituto de Catálisis de la Universidad Cardiff y uno de los autores principales del estudio. “Ahora disponemos de un proceso probado de un sólo paso en el que, además del catalizador, sólo necesita de la entrada de agua contaminada y la electricidad para lograr la desinfección”.
Otra de las conclusiones principales del estudio es que este catalizador demostró ser capaz de eliminar las bacterias y virus en un espacio de tiempo más corto que los otros dos compuestos.
“Lo más importante es que este proceso ofrece la oportunidad de desinfectar rápidamente el agua en plazos en los que los métodos convencionales son ineficaces, a la vez que evita la formación de compuestos peligrosos y biopelículas, que pueden ayudar a las bacterias y los virus a prosperar”, asegura Hutchings.
Los investigadores aseguran que este enfoque podría usarse como base para un nuevo método de desinfección del agua que podría ser especialmente útil en comunidades que no tienen acceso a medios tradicionales de saneamiento o donde el agua potable es un bien escaso.
En 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció el derecho humano al abastecimiento de agua y al saneamiento. La falta de ellos está relacionada con la transmisión de enfermedades como el cólera, otras diarreas, la disentería, la hepatitis A, la fiebre tifoidea y la poliomielitis.
Pero, como advierte el informe de la OMS mencionado arriba, el acceso a agua potable cada vez será más limitado. De nuestra capacidad de encontrar nuevos sistemas para conseguir agua potable, ya sea desalinizando la del mar, recogiéndola de la lluvia de manera eficiente o encontrado sistemas para potabilizar las aguas residuales, dependerá mucho de nuestro futuro.