La tela de araña, ya conocida como uno de los materiales más fuertes por su peso, parece tener otra propiedad inusual para nuevos tipos de músculos artificiales o actuadores robóticos.
Según un nuevo estudio, las fibras elásticas responden de manera muy fuerte a los cambios en la humedad: por encima de un cierto nivel de humedad relativa en el aire, de repente se contraen y giran, ejerciendo suficiente fuerza para ser competitivas con otros materiales que se exploran como activadores, dispositivos que se mueven para realizar alguna actividad, como controlar una válvula.