Elementos del Ejército Mexicano realizaron un hallazgo impactante en el municipio de Navolato, Sinaloa: un laboratorio clandestino de droga sintética oculto bajo tierra. La instalación fue descubierta en el poblado Constituyentes de Sinaloa después de que los militares, en un patrullaje rutinario, percibieran un fuerte olor a sustancias químicas, lo que los llevó a investigar más a fondo.
El laboratorio, camuflado bajo un corral con una puerta cubierta de pastura, estaba equipado con electricidad y diseñado para la producción de drogas sintéticas. Dentro del sitio, los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) encontraron un arsenal químico y armamentístico: 10 kilos de cocaína, 3.5 kilos de otra droga terminada (sin especificar), 3 armas largas, y equipos como reactores para la elaboración de sustancias ilícitas. Además, incautaron 2,190 litros de fenilacetona, 1,070 litros de metileno, 120 litros de acetona, 753 kg de lidocaína hydrochloride y 500 kg de sosa cáustica, todos precursores comunes en la fabricación de metanfetaminas.