AGENCIA
Groenlandia.- En un hallazgo digno de ciencia ficción, la NASA reveló en abril de 2024 el descubrimiento de Camp Century, una base militar estadounidense enterrada bajo más de 30 metros de hielo en Groenlandia. Este sitio, construido en 1959 durante la Guerra Fría, había permanecido oculto durante más de cinco décadas hasta ser identificado gracias a la avanzada tecnología de radar.
Aunque en su momento fue presentada como un centro científico para estudiar el Ártico, Camp Century tenía un propósito oculto: el Proyecto Iceworm, un plan del ejército estadounidense para instalar y operar misiles nucleares bajo el hielo, listos para ser lanzados en caso de conflicto con la Unión Soviética.
La base estaba compuesta por una red de túneles subterráneos con instalaciones para albergar a su personal, incluyendo dormitorios, áreas de trabajo y generadores de energía. Sin embargo, las condiciones inestables del hielo llevaron a su abandono en 1967, dejando residuos nucleares y químicos que permanecieron enterrados hasta ahora.
El reciente descubrimiento fue posible gracias a un avión Gulfstream III equipado con radar de apertura sintética (SAR), tecnología que permite observar bajo la superficie sin necesidad de excavar. Los investigadores del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA detectaron estructuras subterráneas que no coincidían con formaciones naturales.
Alex Gardner, científico criosférico del proyecto, comentó: “Al principio no sabíamos qué estábamos viendo, pero pronto quedó claro que se trataba de los túneles y estructuras de Camp Century“.
Además de su relevancia histórica, el hallazgo plantea preocupaciones ambientales graves. Los residuos nucleares y químicos dejados en la base representan una amenaza latente debido al derretimiento de los glaciares provocado por el cambio climático.
Los científicos advierten que, si estos desechos llegan al océano Ártico, podrían generar un impacto catastrófico en el ecosistema marino y extender sus efectos a nivel global.
El descubrimiento de Camp Century no solo revela un capítulo oscuro de la Guerra Fría, sino que también abre preguntas sobre qué otros secretos podrían estar ocultos bajo el hielo de Groenlandia. Según los investigadores, esta región podría albergar más bases militares, artefactos históricos o vestigios de civilizaciones antiguas.
La NASA continuará investigando Camp Century y su impacto ambiental. Este hallazgo demuestra cómo la tecnología puede conectar el pasado con el presente, ofreciendo respuestas sobre nuestra historia y nuevos retos para el futuro. Mientras el hielo de Groenlandia se derrite, el misterio de lo que yace debajo sigue siendo un campo fascinante y crucial para explorar.