Un descubrimiento arqueológico en Carmona, España, ha capturado la atención del mundo: se ha encontrado una urna de vino que data de más de 2 mil años de antigüedad, estableciéndola como el “vino más antiguo jamás descubierto”.
Confirmado por investigadores de la Universidad de Córdoba y detallado en el Journal of Archaeological Science: Reports el 16 de junio, este hallazgo se realizó en una tumba romana. La urna funeraria de vidrio, encontrada en un ritual que involucraba a dos hombres y dos mujeres, reveló sorprendentes secretos sobre las prácticas funerarias de la época.
A pesar de que el líquido tenía un tono rojizo inicialmente, las pruebas químicas revelaron que originalmente era vino blanco. Los restos óseos de uno de los hombres estaban sumergidos en este líquido etílico. Además del vino, se descubrió un ungüento y varias cuentas de ámbar dentro de la urna.
La tumba estaba herméticamente sellada, lo que permitió que el vino se conservara en condiciones excepcionales. Este hallazgo supera el récord anterior de la botella de vino de Speyer, del siglo IV, descubierta en 1867.
El análisis químico reveló una composición de sales minerales similar a la de los vinos finos actuales de la antigua región bética, junto con la presencia de polifenoles característicos de los vinos blancos modernos. Estos resultados confirman con alta certeza que el líquido encontrado era, de hecho, vino blanco que se había descompuesto con el tiempo.
Este descubrimiento no solo arroja luz sobre las prácticas funerarias romanas y la historia del vino, sino que también representa un fascinante vistazo a la vida y las costumbres de hace milenios. Un brindis por la historia y el legado de este increíble hallazgo que ha cambiado nuestra comprensión del pasado.