El descubrimiento de un cangrejo casi perfectamente conservado en un ámbar de 100 millones de años, el más antiguo de aspecto moderno jamás encontrado, esclarece la historia evolutiva de estos crustáceos.
Su descripción se publica en la revisa Science Advances y la investigación está liderada por científicos de la Universidad de Harvard.
El trozo de ámbar fue recuperado en la selva del sudeste asiático -en Birmania- y el cangrejo mide cinco milímetros; los investigadores creen que representa la prueba más antigua de las incursiones en entornos no marinos de los “verdaderos cangrejos”.