De la Redacción
El Buen Tono
ORIZABA.- La falta de imaginación por parte de las autoridades municipales, encabezadas por Juan Manuel Diez, y el insuficiente presupuesto destinado a Cultura, generaron descontento en la comunidad artística y entre los ciudadanos que buscan espacios recreativos y culturales.
Cada domingo, el parque Castillo se convierte en un refugio para aquellos que buscan un respiro de la monotonía. Principalmente, adultos mayores, personas en edad productiva y familias con hijos, nietos o sobrinos, acuden a este espacio en busca de entretenimiento.
En el kiosco, una agrupación musical anima las tardes, ofreciendo un respiro cultural en una ciudad que ostenta el título de Pueblo Mágico, pero carece de una visión cultural más amplia.
La comunidad artística, compuesta por músicos, bailarines folclóricos, trovadores y cantantes, se ha sentido relegada. La falta de espacios adecuados para expresar su arte contrasta con las expectativas de una ciudad que debería aprovechar su riqueza para impulsar el turismo y el sentido de identidad.
A pesar de las limitaciones, los ciudadanos hallan en estas reuniones dominicales una forma de preservar tradiciones y comenzar la semana laboral con ánimo renovado. Esto refleja una realidad preocupante: el descuido de la cultura como eje transformador de la sociedad.