Adriana Estrada
el buen tono
Orizaba.- La falta de valores provoca la descomposición de la sociedad, de las familias y de la persona propia, dijo el obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino.
Durante la homilía de ayer celebrada en la iglesia madre, el prelado expresó que el Evangelio es la sal que se necesita para dar sabor a las cosas, y es lo que urge hoy en día para que sean buenas y mejoren, para que conserven los valores en las familias, en las amistades, y en el trabajo.
“Un católico que vive las enseñanzas de Jesús en todas las actividades que realiza, con valores en las relaciones humanas tienen una vida más útil que les beneficia, les hace crecer y es útil también para los demás.
Los que nos hemos encontrado con Él, nos vamos configurando, pareciendo a Él, tenemos la responsabilidad de ser como Jesús y ser la sal de la tierra y la luz del mundo”.
Monseñor Eduardo Cervantes Merino, dijo que, en medio de tantas oscuridades, de cosas que ensombrecen a la sociedad, y de todas aquellas situaciones donde no se sabe para dónde ir, es necesaria la luz del Evangelio y de Cristo, pues así se beneficia como personas.
Manifestó que el vivir la vida como Jesús lo pide no significa que todas las cosas se hagan bien o que todo vaya bien en nuestra vida, pues puede ser que por fallas o errores lastimamos al prójimo involuntariamente, ya que la vida de las personas no es perfecta, pero se debe trabajar por la paz y buscar la Justicia, pues esa es la propuesta que Jesús hace.
