Córdoba.- Portando palmas adornadas, personas de todas las edades acudieron a las diferentes parroquias de la localidad, para participar en las actividades religiosas del Domingo de Ramos, que recuerda la entrada de Jesús a Jerusalén y marca el inicio de la Semana Santa.
Desde las 7 horas feligreses se dieron cita en las diferentes iglesias, a fin de presenciar la santa misa en donde se evocó la liturgia de la palabra que recuerda la Pasión del Señor en el Evangelio de San Lucas.
San Lucas no habla de olivos ni palmas, sino de gente que iba alfombrando el camino con sus vestidos, como se recibe a un Rey, gente que gritaba: “Bendito el que viene como Rey en nombre del Señor, Paz en el cielo y gloria en lo alto”.
En esta ocasión y como cada año, fue el obispo de la diócesis de Córdoba, Eduardo Patiño Leal, encabezó la procesión de “Domingo de Ramos”, la cual partió de la parroquia de San Sebastián, hacia la Catedral de la Inmaculada Concepción, en donde celebró la tradicional eucaristía, así como la bendición de los ramos y palmas.
Con el “Domingo de Ramos” empiezan los ministerios más importantes del cristianismo, por ello, el prelado pidió a la gente reflexionar en la Palabra del Señor, la cual da vida y esperanza, siendo que existen quienes viven la Pasión de Cristo, en carne propia al enfrentarse a cuestiones como el secuestro, la violencia, y la inseguridad.
El líder de la grey católica, enfatizó que durante estas fechas, es importante que los fieles vivan con un espíritu religioso la Semana Santa, siendo que Jesús, está haciendo una invitación a cada uno de los fieles, se sume a su sufrimiento para creer en el evangelio.
“La gente cuando aclamaba a Jesús en Jerusalén, decía paz en el cielo y gloria en las alturas, esa mención de paz en el cielo parecía como un anhelo en el cual se decía que necesitamos seguir todos los pasos de Jesús, para que esto nos permita tener paz en la tierra” añadió.
Yessica Martínez
El Buen Tono