Paris.- Avanza sin freno el terror del islamismo radical. La violencia yihadista ha mostrado su capacidad letal con tres ataques simultáneos en lugares tan distantes como Túnez, Kuwait y Francia que han causado la muerte de al menos 60 personas.
Los terroristas han matado a decenas de turistas en una playa tunecina, a fieles chiíes en una mezquita de Kuwait y han degollado a un hombre y herido a varias personas en una planta industrial en Francia, cerca de Lyon.
El Estado Islámico ha asumido la autoría del ataque kuwaití. El Califato, el aniversario de cuya proclamación se cumple el lunes, había pedido a sus adeptos que atacaran a los “herejes” durante el Ramadán. Ayer fue el segundo viernes del ayuno musulmán.
Los atentados se han producido a lo largo de la mañana de ayer y han conmocionado al mundo entero a medida que se agolpaban las noticias de los ataques en tres continentes diferentes y aumentaban las cifras de fallecidos.
Los ataques se han pronunciado contra tres habituales objetivos yihadistas que representan a los “enemigos” más citados en sus proclamas: un país musulmán que a través de una transición democrática se aleja del islamismo radical; fieles chiíes; y los países europeos, entre los que destaca Francia, el Estado que combate al yihadismo en tres frentes: Irak, Malí y República Centroafricana.
El más mortífero de los ataques ha tenido de nuevo como objetivo la industria turística de Túnez.