En un incidente alarmante ocurrido la madrugada del 13 de enero de 2025, seis tortugas de la especie Kinosternon vogti, conocida como “Casquito de Vallarta” y considerada en peligro de extinción, fueron robadas de un contenedor especial de conservación en el Centro Universitario de la Costa (CUCosta) de la Universidad de Guadalajara, ubicado en Puerto Vallarta, Jalisco.
Según las autoridades locales, los responsables ingresaron al recinto a través del costado sur, rompiendo la malla ciclónica que aseguraba el contenedor donde se encontraban las tortugas. El robo fue descubierto por el personal del CUCosta al iniciar sus actividades matutinas y notar que el contenedor había sido forzado.
La Policía Municipal recibió el reporte del incidente y, al llegar al lugar, se entrevistó con los científicos encargados del proyecto de conservación. Inmediatamente, personal de la Fiscalía Estatal y del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses comenzaron las investigaciones para esclarecer los hechos y recuperar a los ejemplares sustraídos.
¿Qué hace tan especial a la tortuga “Casquito de Vallarta”?
La Kinosternon vogti es una tortuga endémica de México, descubierta en 2018. Se encuentra exclusivamente en el valle del río Ameca, que divide los estados de Jalisco y Nayarit, específicamente en los arroyos y humedales conectados con el Estero El Salado, un área natural protegida. Con tan solo 10 centímetros de longitud, esta tortuga presenta una distintiva mancha amarilla en su cabeza, lo que la hace fácilmente reconocible.
El mayor desafío para la especie es la amenaza de la urbanización y la pérdida de su hábitat natural. Su población es extremadamente reducida, lo que hace que cualquier robo de ejemplares sea un golpe devastador para los esfuerzos de conservación. Desde su descubrimiento, se han llevado a cabo investigaciones para identificar las zonas donde habitan y para protegerlas, pero el número de ejemplares sigue siendo muy limitado.
La llamada de las autoridades
Las autoridades han instado a la población a estar alerta y reportar cualquier avistamiento de esta especie a instituciones como el CUCosta o el Estero El Salado. Esto es crucial para la protección de la tortuga “Casquito de Vallarta” y para avanzar en los estudios destinados a asegurar su conservación.
Mientras tanto, la investigación sobre el robo sigue su curso, con la esperanza de que los ejemplares robados sean localizados y devueltos a su hábitat adecuado. La protección de esta especie es vital, no solo por su valor ecológico, sino también como un símbolo de los esfuerzos de conservación en la región.
