Córdoba.- Los socavones que prácticamente se han tragado el agua de los ríos en la región son consecuencia de fracturas geológicas provocadas por los movimientos de las placas tectónicas, dijo el biólogo Guillermo Montealegre Quintero.
El consultor ambiental aseguró que no hay nada por qué temer, pues son hundimientos normales producidos por el deslizamiento de tierra del subsuelo.
En esta zona, dos ríos que atraviesan por el municipio de Tomatlán, en la zona montañosa central de Veracruz, comenzaron a “desaparecer” en los últimos días debido a dos socavones por donde se va el líquido.
Se trata de los ríos Tliapa y Tlacuapa, los cuales nacen en el municipio de Coscomatepec y otro en Chocamán, situados en la misma zona y finalizan en el río Seco, por el lado de Córdoba.
“Son tres kilómetros de río los que están pasando por esta zona (Tecolotla), afortunadamente la gente no consume agua directamente de los ríos, sin embargo, es preocupante porque ya se disminuyó su caudal en un 50 por ciento”, señaló en el recorrido el director municipal de Protección Civil, Tobías Carrillo Morales.
Para llegar al famoso Puente de Piedra o Mixcalco, que es donde se encuentra el fenómeno natural, es toda una travesía.
De la cabecera municipal a la zona son aproximadamente ocho kilómetros, sin embargo, el descenso es complicado debido al camino fangoso y escabroso.
“Hay que venir bien preparados, si no sabes puedes perderte o te puede ocurrir un accidente fatal”, narra el funcionario municipal.
El guía, el campesino Martín Prado Cárdenas, conduce al grupo hacia donde se da el hundimiento, descubierto por él cuando realizaba trabajos de limpieza en una de sus parcelas ubicada a un costado del afluente.
“Nuestros ríos se están yendo por otros lados, están agarrando caminos distintos, creo que son facturas que nos está cobrando la misma naturaleza por tantas cosas que nosotros le hacemos, nos quejamos por todo, realmente los culpables somos nosotros por no cuidar la vegetación. Debemos ponernos las pilas”, afirma mientras dice por dónde pisar para no resbalar.
El agua del río corre con fuerza, con un color chocolatoso, consecuencia de la intensa lluvia que cayó por la madrugada en la Zona Centro del Estado.
Apoyado con una rama, don Martín baja hasta el caudal para mostrar por dónde es que el agua se está filtrando.
“Nos estamos acabando la naturaleza, debemos pensar qué le vamos a heredar a nuestras generaciones”, afirma.
Kilómetros más abajo el cauce del río está disminuyendo, lo que preocupa a los habitantes.
El director de Protección Civil pidió a la población curiosa a no arriesgarse y aventurarse a venir solos, pues puede ocurrir un accidente.
