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Chilpancingo, Guerrero.- El 7 de noviembre, 11 de los 17 integrantes de una familia de comerciantes, originarios de la comunidad de Chautipan, fueron encontrados sin vida en la Autopista del Sol, en Chilpancingo, Guerrero, después de haber sido reportados como desaparecidos el 21 de octubre. La familia había salido de su hogar, ubicado en la zona rural de Chilapa, para vender trastes, pero nunca regresó.
A raíz de su desaparición, los familiares realizaron la denuncia correspondiente y la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) fue movilizada para su búsqueda. Sin embargo, el hallazgo de los cuerpos, que viajaban en una camioneta, ocurrió casi dos semanas después. La noticia ha generado una profunda consternación en la comunidad de Chautipan, que enfrenta por primera vez en su historia un sepelio colectivo.
En un acto solemne, el comisario de la localidad, visiblemente afectado, expresó: “Los hombres y las mujeres que hoy tenemos aquí, en caja, eran de lo más honesto que había en el pueblo, se dedicaban a trabajar”. Esta declaración resalta la importancia de las víctimas dentro de la comunidad, quienes eran conocidos por su honestidad y dedicación al trabajo.
El 8 de noviembre, los féretros fueron trasladados desde el Servicio Médico Forense (Semefo) de Chilpancingo a dos viviendas cercanas, a 200 metros de distancia, donde fueron velados por familiares y vecinos. Este hecho marca un punto crítico para Chautipan, una comunidad que enfrenta la violencia de manera directa por primera vez, mientras las autoridades continúan investigando para esclarecer los motivos de los asesinatos.