Fortín.- Un campo pobre y envejecido es el que tiene el país por la falta de recursos. Y los que existen son politizados por los líderes, apuntó el presidente del Consejo Regional de Café, Francisco Ferrer Mendoza.
El dirigente expresó que esta situación ahuyenta a la mano de obra joven que podría generar una alta producción de café.
La falta de apoyos dignos para el agro han generado que los cultivos cafetaleros sean abandonados quedando a cargo de los campesinos viejos, mientras que los jóvenes prefieren migrar al haber una mano de obra mal pagada y falta de apoyo del gobierno.
Sin embargo, los campos abandonados impactan al sector debido a que la producción cae, como ejemplo citó este cierre de año en los que el precio del café se disparó generando jugosas ganancias para el industrial y un pago digno para el productor que podrían recibir desde 7 pesos hasta 7.50 en campo, con todo y este pago las ganancias no serán las esperadas, puesto que la producción es baja.
“Hay carne en tiempo de vigilia”, así definió a este cierre de año que tendrán los productores cafetaleros.
Por un lado, el panorama es alentador, pero para el campo no lo es tanto, debido a la producción mínima, por factores como la roya, el campo viejo y abandonado, así como la migración.
El campo abandonado ha generado, por ejemplo, que anteriormente la producción podía rebasar las 20 toneladas por hectárea, siendo que actualmente, una finca bien atendida llega a producir un máximo de 40 a 60 quintales.
Y es que sólo el 5 por ciento del campo cafetalero, explicó, tiene la capacidad de lograr una producción buena, el 95 por ciento restante registra un rendimiento de 4 a 8 quintales, es decir, muy baja.
Ésta es la realidad que vive el campo y que el gobierno ha desatendido por años, pese a las bondades que el aromático tiene para la actividad económica del país, refirió el dirigente Francisco Ferrer.
Celia DÌaz GarcÌa
el buen tono