Los Denver Broncos dominaron el jueves a los New Orleans Saints en el Caesars Superdome con una contundente victoria 10-33, marcando el inicio de la séptima semana de la NFL. Los Broncos, tras una temporada llena de altibajos, lograron mejorar su récord a 4-3, dejando atrás la derrota de la semana pasada contra Los Ángeles Chargers.
Los Saints, sin su quarterback titular Derek Carr, continúan en caída libre tras un inicio prometedor. A pesar de victorias aplastantes al comienzo de la temporada frente a los Carolina Panthers (47-10) y los Dallas Cowboys (44-19), la lesión de Carr ha sido un duro golpe para el equipo. Las derrotas contra los Philadelphia Eagles, Atlanta Falcons, Kansas City Chiefs y Tampa Bay Buccaneers han dejado a los Saints en una racha negativa de cinco partidos consecutivos.
En esta ocasión, los Broncos brillaron gracias a Javonte Williams, quien sumó dos touchdowns a la carrera, recorriendo 88 yardas en 14 intentos. El quarterback Bo Nix tuvo una actuación sólida, lanzando para 164 yardas y sumando 75 yardas por tierra.
Los Saints, liderados por el quarterback Spencer Rattler, vivieron una noche difícil. A pesar de lanzar para 172 yardas, sus dos fumbles fueron determinantes, con uno de ellos castigado por Cody Barton, quien recorrió 52 yardas para anotar un touchdown.
La gran diferencia en el marcador se consolidó con la precisión del pateador Wil Lutz, quien sumó cuatro goles de campo, tres de ellos en la primera mitad. Aunque los Saints lograron un touchdown final con un pase de Jake Haener a Cedrick Wilson, el daño ya estaba hecho.
Esta victoria deja a los Broncos con la moral alta, mientras que los Saints siguen buscando soluciones ante una temporada que se complica cada vez más.