AGENCIA
Nacional.- La Megafarmacia, inaugurada por el presidente Andrés Manuel López Obrador el 29 de diciembre de 2023 en Huehuetoca, Estado de México, ha fracasado en su intento de solucionar el desabasto de medicamentos en el país. Desde su apertura, la Megafarmacia, oficialmente conocida como Centro Federal de Almacenamiento y Distribución de Insumos para la Salud (CEFEDIS), ha enfrentado serios problemas de capacidad y suministro, con sólo 0.9 por ciento de su capacidad de almacenamiento utilizada al momento de su inauguración.
Según datos de Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México, S.A. de C.V. (Birmex), al 29 de abril de 2024, el CEFEDIS sólo había surtido 341 recetas, un promedio de apenas 2.7 recetas diarias desde su inauguración. Para contextualizar, en abril de 2023, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que, en 2022, se surtían 613 mil recetas médicas diariamente a sus pacientes.
De las recetas surtidas por el CEFEDIS, solo dos fueron para derechohabientes del IMSS, 210 para pacientes del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), y 129 para personas sin seguridad social que se atienden en el IMSS-Bienestar.
La Megafarmacia recibió un total de 95 mil 297 llamadas hasta el 29 de abril de 2024, pero 24 mil 792 fueron llamadas sin interacción con el personal del call center de Birmex, mientras que 27 mil 94 no fueron atendidas por falta de información suficiente, como recetas o CURP.
El director de Birmex, el general Jens Pedro Lohmann Iturburu, había informado el 19 de enero de 2024 que solo se habían surtido 67 folios de las 12 mil 541 llamadas recibidas, debido a la falta de medicamentos en las unidades médicas. Este bajo rendimiento se debe a la escasa cantidad de medicamentos disponibles. La Megafarmacia fue inaugurada con solo 2 millones 465 mil piezas de medicamentos, una fracción de su capacidad de 280 millones de piezas.
La falta de preparación y planificación quedó clara cuando se reveló que la Megafarmacia utilizó medicamentos prestados por el IMSS, ISSSTE e IMSS-Bienestar para llenar los anaqueles en su inauguración, en lugar de haber realizado una compra específica para la nueva bodega.
Esta situación pone de manifiesto la necesidad de una revisión seria de la estrategia de suministro y distribución de medicamentos en México, así como de una mayor transparencia y responsabilidad en la gestión de los recursos de salud pública.
