De la Redacción
el buen tono
Región.- Visitantes han expresado su preocupación por el bienestar de dos dromedarios que se encuentran en un espacio reducido dentro de la infraestructura de Casavegas, frente al Tobogán de la Montaña.
Según testimonios, uno de los dromedarios presenta un problema de piel, manifestado en una dermatitis que lo lleva a tallarse el cuello constantemente contra un poste. A pesar de que los visitantes han alertado a los encargados, la respuesta que reciben es que el animal padece dermatitis, sin que se perciba una solución al problema.
Además de los dromedarios, en el mismo lugar conviven más de 30 cabras y dos venados en un espacio de apenas cinco por cinco metros por cada jaula, una situación que agrava significativamente el nivel de estrés en los animales, que requieren mucho más espacio para moverse libremente y satisfacer sus necesidades naturales.
Un dromedario necesita al menos de una a dos hectáreas para vivir en condiciones óptimas, lo que les permite socializar, caminar y realizar comportamientos naturales.
En este sentido, el confinamiento extremo que se observa en Casavegas, en Orizaba va en contra de las recomendaciones de bienestar animal, según especialistas.
La preocupación por el trato hacia los animales sigue en aumento, con ciudadanos exigiendo mejores condiciones y un manejo más responsable y ético por parte de las autoridades y encargados de proteger su bienestar.