Agencias
Veracruz.- Desde el 21 de agosto, un derrame en un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) ha afectado a las comunidades totonacas del norte de Veracruz, generando graves consecuencias para la salud pública y el medio ambiente. Según asociaciones civiles, este incidente ha provocado la muerte de especies nativas y animales domésticos, además de contaminar el Río Cazones, pozos artesianos y parcelas agrícolas en las localidades de Papantla y Coatzintla.
A pesar de la magnitud del derrame, que se detectó en Ojital Viejo, la respuesta de Pemex ha sido insuficiente. Las organizaciones denunciaron que solo se envió una pequeña cuadrilla sin el equipo de protección adecuado, limitándose a remover el suelo contaminado sin implementar medidas de seguridad, lo que agrava la situación, especialmente con las lluvias. Por el contrario, han sido los pobladores quienes han tomado la iniciativa de organizar brigadas de limpieza y apoyo.
Las 20 organizaciones firmantes del comunicado, que incluyen La Alianza Mexicana Contra el Fracking y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, exigieron a Pemex la limpieza del área y la asignación de fondos para la remediación de los daños. Además, destacaron que esta situación no es un hecho aislado, sino parte de una serie de derrames recurrentes en la zona, que, a pesar de ser reconocida como Patrimonio de la Humanidad, sigue siendo tratada como una “zona de sacrificio” por parte de las autoridades y la empresa petrolera.