Once de los pasajeros extranjeros que se encontraban en el avión de Aeroméxico caído en Durango el 31 de julio, decidieron presentar demandas en contra de la aerolínea mediante un bufete de abogados con sede en Corboy & Demetrio.
El avión Embraer 190, con dirección a la Ciudad de México se precipitó a tierra a los pocos minutos del despegue, incluso los pasajeros describieron que el clima era poco favorable. A pesar del accidente, las 103 personas que se encontraban a bordo sobrevivieron al fuerte choque.
Al menos 65 de los 103 pasajeros a bordo del vuelo 2341 de Aeroméxico, tienen residencia en sobre todo en Chicago.
En el comunicado se recalcó que los pasajeros tenían el derecho de exigir la causa del desplome de la aeronave “Todas las personas en este vuelo tienen derecho a saber exactamente que causó el accidente del avión. Un avión simplemente no cae del cielo porque está lloviendo mucho”, dijo el cofundador del Corboy & Demetrio, Thomas A. Demetrio.