DE TATSUGORO Y BONSÁIS: La ciudad de Fortín, alberga un lugar excepcional, que conecta con la tierra y lleno de tranquilidad. Hablamos del Museo del Bonsái Tatsugoro, localizado en la calle Privada de Hutusco No. 6 dentro del Fraccionamiento De Fortín de las Flores.
El arte del bonsái se originó en China hace unos dos mil años como objeto de culto para los monjes taoístas. Para ellos era símbolo de eternidad, ya que el árbol representaba un puente entre lo divino y lo humano, entre el cielo y la tierra. Durante siglos la posesión y el cuidado de los bonsáis estuvieron ligados a los nobles y a las personas de la alta sociedad. Según la tradición, aquellos que podían conservar un árbol en maceta tenían asegurada la eternidad.
Este museo fue inaugurado en Octubre del 2008 y cuenta ya con una colección de más de 500 árboles. El nombre del museo hace honor al Sr. Tatsugoro Matsumoto, quien vino a nuestro país a encargo de Porfirio Díaz para que hiciera un jardín Japonés, siendo él quien trajera el primer bonsái a México.
El museo de bonsái alberga 100 especies diferentes de árboles y arbustos, algunos de los cuales son: Laureles, hules, juníperos, ahuehuetes, olivos, maples, olmos, olmos chinos, bugambilias, eliagnus, palo dulce, mejorana, pino negro, junípero punta dorada y pinos, e incluso verdaderos bosques fielmente representados.
Los ejemplares van desde los 5 años hasta los 500 años, incluso algunos de los bonsáis aquí expuestos han sido catalogados por expertos como bonsáis de calidad internacional o gran bonsái.
El objetivo principal de Tatsugoro no es el de comercializar bonsáis. En realidad no son un vivero sino un Museo, sin embargo podrá encontrar algunos ejemplares a la venta de todas las calidades; desde pre-bonsáis, hasta bonsáis ya formados.
