Economía ante el cambio de Gobierno.
El banco central considera para esta encuesta las opiniones de 34 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado. La media de los grupos consultados establece que para 2018 el crecimiento del PIB será de 2.29% y en 2019 se estima en 2.24%.
Son cifras semejantes a las que se incluyen en la encuesta correspondiente a diciembre de 2017. En años recientes el crecimiento medio del PIB ha sido de ese orden, constituyéndose en el comportamiento regular de la economía del país. Según los especialistas del sector privado consultados por Banxico en los años siguientes no observan hechos que modifiquen sustancialmente este comportamiento.
En diciembre de 2017 se estimó que en promedio en los siguientes 10 años (2018-2027) el PIB crecería anualmente en 2.73%. En la reciente encuesta se considera una variación anual promedio para el periodo 2019-2020 de 2.73%. Es un escenario que considera la continuidad en la política económica ejecutada y en el comportamiento macroeconómico que le acompaña.
También es un desempeño de la actividad económica que no permite plantearse modificaciones importantes en la desigualdad en el ingreso, tampoco es compatible con incrementos significativos en los salarios de gran parte de la población y lograr una reducción sostenida de la pobreza.
El comportamiento que ha tenido y se estima que tendrá en el futuro el PIB se relaciona con el de la inversión. En años recientes la formación bruta de capital jo (FBCF) equivale a 21% o 22% del PIB. Según datos de Inegi, la variación anual en diciembre de 2016 con respecto al año previo fue de 0.3%.
En 2017 la cifra es negativa del orden de 0.4%. Al término del primer trimestre de 2018 también se observa una variación anual negativa de 4.1%. En estos años destaca la sistemática reducción en la inversión en construcción no residencial. Es decir, no se observa que se destinen recursos crecientes al considerar el comportamiento de conjunto de la economía a la ampliación de la planta productiva.
Los incrementos son en maquinaria y equipo, con el pobre impacto en el crecimiento que alcanza el PIB. Para lograr un crecimiento sostenido de 4% o 5% del PIB será necesario incrementar de forma sostenida la inversión.
El aumento no debe ser menor y es imprescindible que se concrete en infraestructura, servicios públicos, pero también en actividades agropecuarias, en industria y en una amplia diversidad de servicios, lo que implica la participación de un amplio grupo de actores sociales.
Una dificultad adicional para alcanzar la modificación en el comportamiento de la FBCF está en el tamaño de los requerimientos financieros del sector público, en un contexto de alza en la tasa de interés de referencia en Estados Unidos.
En la encuesta del Banco de México se estima un incremento en los requerimientos financieros del sector público para 2019.
A la fecha es notable el diferencial entre la tasa de referencia que establece para México el Banxico y la que ja la Reserva Federal (Fed).
Los incrementos futuros posibles por parte de la Fed implicarán nuevas alzas en México. Es el sentido que tiene la reciente comunicación del banco central al acordar un incremento más, hace semanas, a la tasa de referencia en México.
Las alzas incrementan el costo de la deuda pública, en gran parte constituida por títulos denominados en pesos y comercializados en el país en un plazo relativamente corto, a la vez de modificar la composición y peso relativo de la deuda pública.
En esta materia el mayor crecimiento del PIB permite la reducción relativa del tamaño de la deuda pública, como también va generando hacia adelante mayores recursos para la inversión y expectativas positivas para que empresas diversas participen en el proceso de crecimiento de la economía.