Una nueva investigación presentada en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología 2024 ha revelado un hallazgo impactante: dejar de fumar puede reducir el riesgo de sufrir un ataque cardiaco a la mitad, mientras que simplemente reducir el consumo de tabaco tiene un impacto mínimo en el riesgo cardiovascular.
El estudio, basado en el registro internacional “CLARIFY”, analizó a 32,378 pacientes con enfermedad coronaria durante un período de cinco años. Los resultados muestran que aquellos que abandonaron el tabaco en cualquier momento después de su diagnóstico redujeron su riesgo de eventos cardiovasculares adversos (MACE) en casi un 50%. En contraste, los pacientes que solo redujeron su consumo de cigarrillos no experimentaron una disminución significativa en su riesgo cardiovascular.
Los datos indican que el primer año después del diagnóstico de enfermedad arterial coronaria es crucial para dejar de fumar. De los exfumadores que dejaron el hábito, el 72.8% lo hizo dentro del primer año, mientras que solo el 27.2% lo hizo en años posteriores. El Dr. Jules Mesnier del Hospital Bichat-Claude Bernard en Francia destaca la importancia de aprovechar este período para enfatizar el abandono del tabaquismo.
El estudio también encontró que los pacientes que dejaron de fumar después del diagnóstico mejoraron significativamente sus resultados cardiovasculares, con una reducción del 44% en el riesgo de MACE, independientemente de cuándo dejaron el hábito. Por otro lado, el riesgo cardiovascular no se alteró de manera significativa entre aquellos que simplemente redujeron su consumo de tabaco.
“El mensaje es claro: nunca es tarde para dejar de fumar, pero cuanto antes lo hagas, mejor será para tu salud cardiovascular. Es fundamental enviar mensajes breves y claros en cada intervención médica para destacar la necesidad de abandonar el tabaco”, afirma el Dr. Mesnier. Las estrategias efectivas para promover el abandono del tabaquismo incluyen consejos breves, asesoramiento, intervenciones conductuales y terapia farmacológica.
Este estudio resalta la importancia de dejar de fumar para reducir significativamente el riesgo de eventos cardíacos graves, ofreciendo un poderoso recordatorio para aquellos que aún luchan con el hábito.