Ciudad Mendoza.- Aproximadamente 30 niños de escasos recursos que sufren una discapacidad, los atienden en la asociación civil Nula Poena (No hay pena), mismos que en muchas ocasiones tienen el inconveniente de no acudir a las terapias por la falta de recursos económicos de sus padres
La presidenta de la agrupación, Verónica Calderón Aquino, dio a conocer lo anterior e indicó que las necesidades que enfrentan los pequeños son muchas, pero el acudir a su rehabilitación los motiva a seguir adelante con el esfuerzo y empeño requerido, para no perder los avances que tienen en el proceso de mejora.
Lo lamentable, dijo, es la situación económica de los padres que se conjuga con la falta de apoyos gubernamentales.
Mencionó que mientras los tres niveles de autoridades fijan su atención en los adultos mayores, las madres solteras y embarazadas, las personas con discapacidad motriz, intelectual, auditiva o visual, siguen siendo “un cero a la izquierda para ellas”.
Subrayó que por la falta de apoyo, desisten de seguir con las terapias de sus hijos, lo que es lamentable para los pacientes.
