Córdoba.- El consumo de pescados y mariscos ya no representa la temporada de Cuaresma.
La carestía en los productos, sumado a los bajos ingresos económicos, obliga a las familias a buscar alimentos de menor costo y que se ajusten al presupuesto diario, así como a las necesidades de cada integrante.
Aunque la Cuaresma es una celebración cristiana que busca el ayuno y la penitencia, para la mayoría de los creyentes es tradición, los viernes, el consumo de los alimentos del mar.
Sin embargo, en estas dos semanas de Cuaresma las ventas “están por los suelos”, advirtió Ana Luisa, expendedora de mariscos en la colonia La Estación. El repunte esperado no se ha generado como en años anteriores, aunque aún se mantienen las esperanzas en la Semana Santa. Los precios en productos como la mojarra, el camarón y el filete se han mantenido estables, con ligeros cambios dependiendo del lugar, pero oscilando entre los 40 y 120 pesos el kilogramo.
En los establecimientos donde se ofertan productos ya preparados el panorama es similar, explicó Álvaro (N), al no registrar importantes ventas.