Orizaba.- El trabajo sexual siempre tiene un grado de riesgo, no sólo para la persona que se dedica a ello, sino también para el hombre que contrata los servicios, porque sigue prevaleciendo la resistencia al uso del preservativo como medio de prevención contra las infecciones de transmisión sexual, subrayó la directora del Colectivo Feminista Cihuahtlatolli, María de la Cruz Jaimes García.
Resaltó que ante una problemática del VIH-Sida, que es una de las enfermedades que tienen mayor impacto en las estadísticas, lo único que las puede prevenir es mediante el uso del preservativo.
“Para la población en general, como para la gente que se dedica al trabajo sexual, lo único que sirve para protegerse es el condón, un método de barrera que lo único que puede proteger es de una infección sexual, claro que siempre hay un riesgo de que no lo sepan colocar y se pueda romper”, explicó.
Ante esta resistencia, otra opción sería el uso de condón femenino, pero está fuera de su alcance porque tiene un costo de 45 pesos y aunque la demanda hacia las autoridades de Salud estatales fue incluirlo para su distribución gratuita, ya no fue posible con la pasada Administración, debido a la mala calidad de los preservativos que compraron, los cuales eran de látex y no de poliuretano, que es más resistente.
Criticó la burocracia para garantizar la salud de trabajadores sexuales, a las cuales antes de hacerles un examen en el Centro de Salud, les piden que vayan al Ayuntamiento a acreditarse, cuando esto debería ser más ágil, se trata del cuidado de todos.
“Las mujeres con las que tenemos relación sí acuden al Centro de Salud, aunque siempre hay problemas, lo hemos tratado con los secretarios de Salud en repetidas ocasiones, de que la gente que se dedica al trabajo sexual sólo con su palabra pueden hacerle los exámenes gratuitamente”, refirió.
