Kiev.- Al menos 30 personas murieron y otras 93 resultaron heridas ayer tras un ataque de artillería contra la ciudad de Mariupol, en el este de Ucrania, según datos del Gobierno regional de Donetsk, leal a las autoridades de Kiev.
El presidente ucraniano no dudó en cargar la responsabilidad del ataque a los separatistas prorrusos y reiteró, en un claro mensaje a la comunidad internacional, que “las llamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk deben ser declaradas organizaciones terroristas”.
Horas antes, el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, pidió a sus socios occidentales convocar de urgencia el Consejo de Seguridad de la ONU para afrontar el ataque contra Mariupol.
A su vez, el secretario del CSND ucraniano, Alexandre Turchinov, culpó del ataque “a los militares rusos y a los milicianos a los que controlan
por completo”.
Los separatistas, por su parte, niegan la autoría del ataque y acusan a las fuerzas ucranianas de disparar su artillería contra las zonas residenciales de la ciudad “para acelerar la confrontación armada”.
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