Uno de los grandes temores de los mexicanos en la era digital es ser víctima de un deepfake, una tecnología que utiliza la inteligencia artificial para crear contenido falso, como vídeos, imágenes o audios, que parecen reales. Este temor no es infundado, ya que según el Estudio de Identidad en Línea 2024 realizado por Censuswide para Jumio, el 89% de los mexicanos encuestados están preocupados por ser engañados por un deepfake, un porcentaje incluso más alto que el promedio mundial, que se ubicó en 72%.
A pesar de esta preocupación, el estudio también reveló que muchos mexicanos sobrevaloran sus capacidades para detectar un deepfake. Un 60% cree que podría identificar contenido creado con esta tecnología, lo que representa un aumento con respecto al 52% del estudio anterior. Esta sobrevaloración es especialmente notable en hombres de entre 18 y 34 años, quienes muestran mayor confianza en sus capacidades de detección, mientras que las mujeres de entre 35 y 54 años son las menos seguras.
Stuart Wells, director de tecnología de Jumio, advirtió sobre la necesidad de una educación pública más fuerte y soluciones tecnológicas más efectivas ante esta situación. Esto cobra relevancia ya que casi la mitad de los encuestados en México conoce a alguien que ha sido víctima de fraude en línea o robo de identidad, y el 31% reportó saber o sospechar que ellos mismos han sido víctimas.
El impacto monetario de estos incidentes también es significativo, ya que un tercio de los encuestados en México declaró haber perdido entre dos mil 100 y 10 mil 500 pesos debido a un fraude. Esto ha llevado a que casi el 60% de los encuestados en el mundo pida una mayor regulación gubernamental de la inteligencia artificial para abordar su mal uso, aunque la confianza en la regulación varía de un país a otro, siendo más alta en países como Singapur (69%) y más baja en México (44%).
La necesidad de conciencia y educación sobre los deepfakes es evidente. Identificar y prevenir su uso malicioso es crucial para proteger la información personal y la integridad de las personas en un mundo digital cada vez más complejo.