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Dedica su vida a minusválida

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Ixtaczoquitlán.- María Luisa, sólo tenía un año y siete meses de edad cuando sus padres fallecieron, con discapacidad motriz nadie la reclamó, pero Alicia, una de sus vecinas, se hizo cargo de ella, le prodigó amor.

La menor creció, aunque sigue postrada en una silla de ruedas, “no es una carga, mi esposo y yo fuimos al velorio de sus papás y escuchamos que lloraba, preguntamos quién era, entonces nos dijeron que se trataba de hija de los difuntos, nadie de su familia quería hacerse responsable de ella por su enfermedad, fui a abrazarla, entonces entendí que era para mi, me la llevé y ahora tiene 28 años mi María Luisa”, refirió la entrevistada.

Aunque hay días que no se cuenta con trabajo en el campo o ropa que lavar y planchar, “Dios no nos abandona, me quitaron Prospera, pero con sacrificios ahora con el Centro de Rehabilitación vamos mejorando”.

María Luisa, la joven de 28 años de edad, es uno de los 90 pacientes que atienden en el Área de Rehabilitación Integral de Tuxpanguillo (ARIT), y que antes de que finalice el año podrán gozar de un gimnasio que les permitirá aumentar su mejoría.

El ARIT fue posible gracias a la donación de un predio de casi 500 metros que hizo un grupo de ejidatarios de Rincón de Tuxpanguillo e inversión municipal para la edificación, todo lo coordinó el DIF local que preside, Patricia Chávez de Herrera.

“Al empezar la administración notamos que venían muchos habitantes de Tuxpanguillo a pedir apoyo para rehabilitación, hicimos un sondeo y nos encontramos una gran demanda, eso nos llevó a la creación del ARIT, tocamos puertas privadas y gubernamentales, además de los ejidatarios, con lo que hoy es una realidad”, expresó la funcionaria.

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