AGENCIA
Internacional.- Hanaa Mohammed Hassan, supo que jamás quería alejarse de su hijo por lo que en el momento que el pequeño cumplió cinco años de edad, la mujer de 27 años decidió matarlo y comérselo para que según ella, pudieran estar juntos para siempre, ante este terrible crimen, un tribunal de Egipto sentenció a la joven mamá a estar internada en una unidad psiquiátrica el sábado.
Hanaa mató a su hijo luego de cortarle la cabeza, la cual la cocinó para comerla en un guiso con el fin de tenerlo “con ella para siempre”, antes de cortar el resto de su cuerpo en pedazos. Para el asesinato, la mujer utilizó un machete para atacar a su pequeño hijo. Hanaa fue procesada por el asesinato que conmocionó a Egipto.
De acuerdo con las autoridades egipcias, Hanaa mató a su hijo en “un estado de locura”, luego de que el juez leyó el informe de la policía donde indicaron que la propia madre hizo su confesión al describir la manera como cortó a su hijo para guisarlo y comer toda su cabeza con el fin de que “se quedara con ella para siempre”.
Luego, la mujer tomó las partes de su hijo asesinado para vaciarlas en un contenedor con agua hirviendo que mantuvo en su cocina para que se cocinara la carne. Trascendió que los fiscales del caso indicaron que el homicidio se llevó a cabo como una forma de evitar que iniciara un proceso por la custodia del menor de edad.
El niño llamado Youssef había estado en medio de una pugna entre sus padres que habían decidido terminar con su relación. Hanaa fue arrestada tras el crimen y fue encerrada en un hospital psiquiátrico, en donde los médicos establecieron que la mujer había sido responsable y que sus acciones fueron premeditadas.
Agregaron que desde entonces, el tribunal pidió una evaluación más detallada de la condición de la mujer, el informe final reveló que Hanaa estaba “delirando” en el momento que asesinó a su hijo, acotaron los galenos. Asimismo, se dio a conocer que la mujer atacó tres veces con el machete a su pequeño de cinco años.
El asesinato sucedió en el baño de la casa de la familia; la intención de cortar el cuerpo del niño en pedazos fue para intentar destruir cualquier tipo de evidencia del homicidio, según los fiscales dijeron en el tribunal; sin embargo, el informe final precisó que Hanaa no se encontraba bien mentalmente y creía que sus familiares la atacaban con brujería.
