Córdoba.- A la lista de despidos y ajustes de personal de confianza que ha realizado el alcalde suplente, Guillermo Rivas Díaz, desde el 1 de abril cuando tomó protesta, deberían sumarse muchos más funcionarios, principalmente aquellos que no desquitan sus sueldos excesivos.
Este medio de comunicación, al igual que la mayoría de la población ha celebrado el despido de varios funcionarios municipales, como el del ahora ex director de Obras Públicas, Luis Miguel Fuentes García; el ex tesorero municipal, Martín Becerra González; así como la baja de Rosalinda Huerta Rivadeneyra y la supuesta renuncia de Francisco Cessa Servín, estos últimos de la dirección de Desarrollo Social.
Entre los que pensaban que no serían despedidos, están el ex director de Comercio, Jorge Vélez González, así como el ex director de Hidrosistema de Córdoba, Miguel Ángel Rodríguez Todd.
A la ola de despidos, se sumó el lunes pasado, Froylán Hernández Lara, sin embargo, y debido a la importancia de su cargo, tendrá hasta mañana para entregar todo en orden.
No hacen su trabajo
A esta lista de despidos, deberían sumarse el contralor municipal, Alejandro Nieves Garnica, quien simplemente no cumple con ninguna de sus funciones, pues para él, el Ayuntamiento “trabaja de maravilla”, nadie es corrupto y no existen ni existieron “aviadores” en la nómina, sin embargo, este medio de comunicación ha demostrado en reiteradas ocasiones lo contrario.
La que también debería ser despedida de inmediato es la Coordinadora de Turismo, María de los Ángeles Carús García, quien a casi nueve años en el mismo cargo, no ha logrado que Córdoba trascienda más allá de una ciudad de paso, de nada le han servido los viajecitos al extranjero que los cordobeses le hemos costeado.
Otro que debería estar de “patitas” en la calle, es el responsable de la Unidad de Acceso a la Información municipal, Rómulo Jiménez Ramírez, debido a que no transparenta ni el sueldo que gana, además se la pasa litigando en el café de la avenida 3 esquina calle 1 o bien en la cantina de la calle 2 entre avenidas 5 y 7.
Quien no sólo debería ser despedido, sino denunciado, es el director de Proveeduría y Mantenimiento Vehicular, Javier Beltrán Sánchez, quien durante esta y la pasada administración de Portilla -El Alcahuete de Lavín-, se encargó de realizar compras y adquisiciones sin previa licitación pública, beneficiando así a los amigos del Alcahuete de Lavín.
El munícipe también debería considerar mandar “a la calle” al secretario del Ayuntamiento, Rogelio Hernández Rodríguez, pues de por sí le encanta andar alejado de sus actividades, ya sea en Tahona de la avenida 2 entre calles 2 y 4, en los “Portales” o en el “Portal de la Jaiba”, jugando dominó.
Otro que debería ya estar en su casa, es el actual director de Obras Públicas, Dardane Antonio Naranjo Gómez, quien además fue cómplice de las transas de su ex jefe Luis Miguel Fuentes García.
Además deberían seguir los ajustes o incluso fusiones de la diversas áreas con las que cuenta el Ayuntamiento, principalmente donde existe exceso de personal, como el área de Comunicación Social.
El Buen Tono