Córdoba.- El obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Porfirio Patiño Leal, ante los hechos violentos suscitados en la región de Orizaba, en los cuales las personas abatidas son jóvenes, invitó a reconstruir el tejido social, reforzando la relación al interior de las familias y evitar de esta forma que la juventud caiga en manos de los grupos delictivos.
“Es lamentable -dijo- que sean jóvenes las personas que han perdido la vida, en los acontecimientos de hace unos días en Orizaba y es que son precisamente los jóvenes presa fácil de quienes les ofrecen como un señuelo, bajo una especie de engaño, que van hacer mucho dinero, a cambio de asociarse a una actividad relacionada con la delincuencia, nos apena mucho porque deberían ser jóvenes que podrían estar estudiando o trabajando en algo útil y tener la alegría de estar en familia”, expresó.
“Es una llamada constante de reconstruir el tejido social, nos referimos a la relación que se da al interior de las familias, entre padres e hijos, lo mismo que en las escuelas, en las comunidades rurales y en los municipios, de que nos preocupemos unos a otros y veamos que no se dé ningún signo que pueda poner en peligro a la juventud”, dio a conocer el Obispo de la Diócesis de Córdoba. Además, pidió por las familias de quienes han fallecido, “independientemente de a qué se dedicaban, si fueron gente de bien o si fueron gente que estaba cometiendo algún ilícito, pedimos por todos ellos y el consuelo de sus familias; pero urge mucho que como sociedad, reforcemos acciones para que haya más oportunidad de empleo y comunicación estrecha al interior de las familias, que se le ofrezca a los jóvenes, alternativas dignas, para que no se dejen llevar por estas tentaciones del mal”, destacó el Presbítero al concluir la eucaristía.