in

de los pocos

Superiberia

En Veracruz son escasos los hombres que han dedicado su vida a ser impulsares de la izquierda, a ser voces de los poco privilegiados y cuestionadores de quienes ostentan el poder. Así fue el diputado local, Fidel Robles Guadarrama, uno de los pocos parlamentarios de valía en la presente legislatura y que ayer en la madrugada dejó de existir, vencido por una enfermedad que lo aquejó en el último par de años. Fue un  luchador social de antaño, se le recuerda encabezando –junto con otros hombres de izquierda- movimientos civiles en Xalapa y convirtiéndose en una verdadera ‘piedra en el zapato’ de los gobernantes en turno.

 Participó en la fundación  del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y cuando éste se convirtió en refugio de ladrones emigró al Partido del Trabajo, mismo que lo abanderó para convertirse en legislador por la vía plurinominal en el 2013. Hace menos de tres meses, Robles Guadarrama obedeció a su propia congruencia de izquierda y se sumó a las filas del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

 No fue un improvisado en la política, sino un debatiente inteligente en los foros  y el cabildeo, y como ya se dijo, era de los pocos diputados rescatables –tal vez el único- en el congreso local que está atascado de seudo parlamentarios  que arrastran un pasado de corrupción y que llegaron a la curul por ser amigos, amantes, compadres, familiares o cómplices de los funcionarios que están en el poder o que pertenecen a las mafias políticas que dominan la entidad. Ajeno a ellos, Fidel Robles hizo el papel más digno en la 63 legislatura y Veracruz pierde un hombre valioso. Descanse en paz.

 

LA PORQUERIZA

La impartición de justicia en Veracruz es como el  mundo de ‘Juan Garabato’, pues sí se compra con dinero y  siempre saldrá barato. Ahora dos de los padres del grupo de juniors violadores conocido como Los Porkys, Héctor Cruz y Felipe Capitaine –éste último exalcalde de Nautla- acudieron a la Fiscalía para denunciar penalmente al padre de la víctima de sus hijos, el señor Javier Fernández y al empresario Ricardo Fernández, dueño del local donde se realizaron los encuentros -la parte alta de la cafetería La Parroquia-, mismos que quedaron grabados en vídeos y en los que los implicados reconocieron su delito.

 Los Papá-Porkys sostienen que todo se trata de un caso fabricado por el padre de la jovencita violada que pretendió extorsionarlos  al exigirles un millón de pesos y también  “secuestrarlos” para obligar a sus hijos, Los Porkys, a auto-inculparse. No tienen vergüenza estos señores, que en lugar de darle un escarmiento a sus hijos por el delito que cometieron y tratar, como padres, de corregirlos en la vida, siguen apostándole al tráfico de influencias  para obtener impunidad.

 Ambos empresarios tienen el apoyo del gobierno estatal –siempre se ha dicho que el fiscal se comporta más como litigante defensor de Los Porkys que procurador de la entidad- y están asesorados por el abogado Edgar Cinta Pagola, promotor en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río del candidato priísta a la gubernatura, Héctor Yunes Landa. Es decir, tienen las relaciones políticas suficientes para evitar que sus hijos pisen la cárcel, algo que han logrado hasta el momento.

 No es extraña la impunidad de que gozan, hay que recordar que la Fiscalía del Estado les otorgó suficiente ventaja, ya que por un año escondió y se negó a indagar la denuncia que el señor Javier Fernández presentó contra los cuatro júniors: Enrique Capitaine, Jorge Cotaita, Diego Cruz y Gerardo Rodríguez, quienes en enero del 2015 abusaron sexualmente de su hija, en ese entonces menor de edad.  Luego de que se conoció el caso por la difusión de los vídeos donde ellos reconocen los hechos, también la fiscalía tardó más de dos meses en afinar la querella y solicitar una orden de captura.

 Apenas a mediados de abril se solicitó el apoyo de la  Policía Internacional (Interpol) para localizar a los cuatro delincuentes, con el fin de procesarlos por el delito cometido, pero a la fecha ninguno ha sido detenido. Los usuarios de las redes sociales dieron cuenta en su momento que dos de ellos, Diego Gabriel Cruz Alonso y Enrique Capitaine Marín, salieron del país rumbo a Estados Unidos y España respectivamente, en un intento de evadir la aprehensión.

 Nadie los ha visto desde entonces. El papá de uno de ellos, Enrique Capitaine, todavía se atreve a decir que su hijo no ha salido del país y se encuentra en Veracruz, algo que de ser cierto, sería la comprobación mantenerse escondidos en el propio territorio veracruzano. Es más, es insistente la versión de que algunos de los Porkys están refugiados en mansiones de políticos priístas en el fraccionamiento Las Ánimas de Xalapa donde literalmente están a salvo de alguna detención.

 La porqueriza, pues,  está en pleno Veracruz y todo parece indicar que la fiscalía no tocará a ninguno de Los Porkys pero si dará curso expedito a la denuncia de sus progenitores  y en su momento emitiría órdenes de captura contra el padre de la víctima y el empresario Ricardo Fernández. Es el estilo de aplicar la Ley en este sexenio: las víctimas se convierten en culpables y los criminales pasan a ser unas palomas inmaculadas.

 Por cierto, uno de los que se incorporan a la campaña del priista Héctor Yunes Landa, es el exprocurador de la República, Ignacio Morales Lechuga, cercano a Felipe Capitaine cuando este fungía como pistolero del gobernador Agustín Acosta Lagunes, quien fue uno de los mandatarios más coludidos con el hampa que ha tenido Veracruz.  El pozarricense Morales Lechuga, también acusado en su momento de estar ligado al narcotráfico por el famoso caso de la balacera en el Llano de la Víbora en 1991, es la mejor garantía de impunidad para Capitaine y el resto de Los Porkys. Será el abogado de la porqueriza ante Yunes Landa y hará equipo con Cinta Pagola.

 

OTROS PUERCOS

 En patio electoral  los puercos también  andan desatados. Si la semana pasada hubo una verdadera lluvia de lodo contra el candidato de la alianza formada por los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), Miguel Ángel Yunes Linares, al que exhibieron con el caso de los Papeles de Panamá y las gestiones de uno de sus hijos para comprar propiedades inmobiliarias en el extranjero y el Distrito Federal; está semana le tocó al primo, Héctor Yunes Landa, abanderado por los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista de México (PVEM), Nueva Alianza (PANAL), Alternativa Veracruzana (AVE) y Cardenista (PC).

 En la Ciudad de México, los líderes nacionales del PAN y del PRD, Ricardo Anaya y Agustín Basáñez, denunciaron que el programa federal Prospera para apoyo de familias pobres, está siendo usado con fines electorales en Veracruz y en esa denuncia exhibieron conversaciones grabadas entre el diputado priista por Boca del Río, Raúl Zarrabal y el delegado federal de Prospera, Alejandro Baquedano, para beneficiar a 3 mil familias boqueñas a cambio de exigirles votos y operación electoral para el PRI en esa demarcación.

 Ayer, los líderes estatales de los mismos partidos, José Mancha y Rogelio Franco, respectivamente, exhibieron un audio en el que se escucha al propio candidato Héctor Yunes, al secretario particular del gobernante en turno, Enrique Ampudia y al diputado priista Edgar Díaz Fuentes, hablando sobre las tetras para comprar líderes y alcaldes del PRD, condicionar recursos públicos en favor de la campaña priista.

 Es decir, lodo por todos lados. La diferencia es que los ataques contra el panista Yunes Linares se basa en su peculio personal, y las acusaciones contra el priista Yunes Landa se sostienen por el uso indebido del dinero público para su proselitismo y el involucramiento indebido de los funcionarios estatales.  Todo lo anterior, claro, tiene como objetivo tratar de afectarse mutuamente  la imagen pública y bajarse puntos en la preferencia ciudadana.

 Muchos esperan que las acusaciones y señalamientos de corrupción logren modificar la tendencia en las mediciones demoscópicas, las cuales hasta el cierre de esta semana las seguía encabezando Miguel Ángel Yunes Linares, aún con los reportes de sondeos en los diarios Reforma y El Universal, que lo ponen con una distancia mínima de entre 1 y 3  puntos arriba de Yunes Landa.

 En este contexto, es destacable  un dato que ocupó muchos espacios en la prensa, que fue el señalamiento de que Yunes Linares y el gobernante en turno, Javier Duarte, se habrían reunido en el 2012 para supuestamente pactar el apoyo del gobierno estatal a favor de Fernando Yunes, en ese entonces candidato panista al Senado, a cambio de hacer perder a la abanderada del blanquiazul a la Presidencia, Josefina Vázquez Mota.

 Incluso, el propio Duarte de Ochoa confirmó en la ciudad de Orizaba que efectivamente sostuvo encuentros con Yunes Linares, aunque éste último lo ha negado. Aquí hay que distinguir dos cosas para calibrar la versión. Una, si es que se reunieron Yunes y Duarte, entonces el pacto no funcionó, porque Vázquez Mota ganó la elección en la entidad, y se entiende que fue el gobernante en turno quien salió mal librado, pues el priista Enrique Peña Nieto perdió la votación global en Veracruz, es decir, había traicionado al tricolor.

 En segundo lugar, se sobreentiende que el supuesto acuerdo no prosperó, porque los Yunes azules se han mantenido como severos críticos del gobierno local, incluso  Fernando Yunes es quien ha llevado a la tribuna senatorial las acusaciones y denuncias contra la administración estatal. No haría eso si existiera un pacto. Aunque eso sí, nadie lo dude que Miguel Ángel Yunes Linares pueda perder puntaje en las encuestas, pues si bien ha logrado librar la fama en otras acusaciones y conservar puntos a favor, la idea de relacionarlo con el gobernante en turno sí es un desprestigio, pues 8 de cada 10 veracruzanos repudian al despachante del palacio de gobierno. Es decir, contamina a todo lo que se le acerque y ahí el golpe sí fue bien dado, ¿No creen?.

CANAL OFICIAL

Tecnología beneficiará producción

Funcionarios deben abstenerse de política