AGENCIA
Nacional.- La reciente incorporación del senador Miguel Ángel Yunes Márquez a una posición clave dentro de Morena ha generado una “ola” de críticas, tanto dentro como fuera de su partido original, el PAN. A pesar de seguir siendo oficialmente panista, Yunes asumió el cargo de primer secretario de la Comisión de Justicia, un puesto que le corresponde a Morena, evidenciando su alineación con el partido de la mayoría.
El hecho de que Yunes, quien recientemente brindó su voto a favor de la reforma judicial promovida por Morena, sea designado para este cargo ha causado una profunda crisis dentro del PAN, que ya no cuenta con su apoyo para frenar reformas constitucionales. La decisión de Yunes de colaborar con Morena, a pesar de no haber formalizado su afiliación, ha llevado al inicio de su proceso de expulsión del PAN y ha sido percibida como una traición a los principios del partido.
Lo preocupante es que esta transición no solo debilita la unidad del PAN, sino que también refuerza la hegemonía de Morena en el Senado, donde las decisiones clave, como las reformas judiciales, ya no encuentran una oposición robusta. La polémica surge no solo por el cambio de lealtades, sino por la falta de transparencia en la manera en que un senador aún afiliado al PAN ha recibido nombramientos de Morena, lo que plantea dudas sobre las verdaderas intenciones de Yunes Márquez.
Mientras tanto, su acercamiento a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, y su participación en reuniones de Morena muestran que su salto hacia el partido gobernante es solo cuestión de tiempo, dejando al PAN en una posición aún más vulnerable.
