Por: Andrés Timoteo / columnista
Un grupo de personas que desde principios de marzo inició una caminata desde Honduras hacia la frontera Norte de México, ha causado la furia del hombre más poderoso del planeta, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien amenazó al Gobierno mexicano con cancelar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) si no frenaba esa caravana que en breve estaría en los límites con su País y con la atención mediática internacional.
Es una movilización sui géneris, algunos son migrantes y otros familiares que buscan a sus seres queridos que partieron antes, tras el mítico “sueño americano”. No es la clásica caminata de madres buscando a sus hijos sino un movimiento más amplio que causa picazón social y política. El plan era reunirse con representantes de las autoridades mexicanas y estadounidenses, sobre todo legisladores, así como enviados de las organizaciones de las Naciones Unidas (ONU) y de Estados Americanos (OEA).
La convocatoria la hizo la organización civil “Pueblos sin fronteras” para mover consciencias y despertar posiciones políticas. La movilización se llama “Caravana de Refugiados 2018”. El 80 por ciento de los 2 mil participantes son hondureños, de la Nación donde partió la marcha, y el resto se compone de salvadoreños, guatemaltecos, nicaragüenses y por supuesto, de mexicanos -pocos, pero los hay- que solidariamente se sumaron a esta caravana.
El pasado 25 de marzo cruzaron la frontera de Guatemala con México y comenzaron su recorrido por suelo nacional. Y como es una caravana inusual que lleva señalamientos puntuales hacia los Estados Unidos, como lo alertaron los medios informativos estadounidenses, sobre todo los llamados “trumpistas”, los que apoyan las políticas del Mandatario norteamericano, generó una reacción furiosa en el morador de la Casa Blanca.
Por medio de tuits, Donald Trump exigió, desde el lunes pasado, al Gobierno mexicano detener la caravana de migrantes o de lo contrario ordenaría la cancelación del TLC. “México tiene el poder absoluto para impedir que avancen estas grandes caravanas de personas”, escribió. Luego dijo: “México está haciendo muy poco, sino NADA, para evitar que las personas pasen a través de su frontera Sur y lleguen luego a los Estados Unidos. Se ríen de nuestras tontas leyes migratorias. Deben detener los flujos de droga y personas o voy a detener a su flujo de dinero; el TLCAN. ¡NECESITAMOS EL MURO!”.
Amenazó también con volver a la cargada contra los llamados “Dreamers” (Soñadores), o sea los hijos de migrantes que llegaron de niños a Estados Unidos y que fueron protegidos con el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés). Prometió desaparecer el DACA y de paso, amenazó con frenar ayuda financiera a los países de Centroamérica, especialmente a Honduras, desde donde partió la incómoda caravana.
El Gobierno mexicano, agachón como siempre, comenzó a presionar a los marchistas para detener la caminata. En Oaxaca, a donde llegaron hace días, personal del Instituto Nacional de Migración (INM) intentó disuadirlos con el ofrecimiento de “visas humanitarias”, apoyo legal y respaldo alimenticio bajo una condición: “Dilúyanse”, según reportó el periódico hondureño La Prensa.
La caravana fue detenida en Matías Romero, Oaxaca, durante el fin de semana, pero algunos de sus integrantes lograron seguir y llegaron hasta territorio veracruzano, concretamente al municipio de Nogales, en la zona Centro, donde desde el lunes estarían varadas unas 200 personas. Se habla también que otro centenar fue asegurado por agentes del INM en el poblado Medias Aguas, del municipio Sayula de Alemán, al Sur.
Ellos, según los reportes informativos, están en condiciones de precariedad física. Necesitan ayuda humanitaria sin duda de los veracruzanos porque están acá. ¿De la solidaridad mexicana?, también es un deber porque México comparte con ellos las tragedias de la migración por sobrevivencia y los casos de migrantes desaparecidos por la “ola” de violencia.
La Caravana de Migrantes parece que no llegará ni a la Ciudad de México, uno de los puntos neurálgicos del trayecto, pero su mero intento es una muestra de algo grande. ¿Por qué un minúsculo grupo de personas incomodó al poderoso Donald Trump y puso en aprietos al siempre servicial y vende-patrias Gobierno de Enrique Peña Nieto? ¿Es el pastorcillo David contra el gigante Goliat?
Los migrantes encolerizan tanto a Trump que ayer mismo anunció que enviará al Ejército norteamericano hasta la frontera con México. “Hasta que podamos tener un muro y seguridad fronteriza, vamos a vigilar nuestra frontera con nuestras Fuerzas Armadas”. Y tras conocer que se disolvió la caminata, el mandatario estadounidense se jactó en las redes sociales. “Se ha disuelto porque yo lo dije”, no sin anticipar que al TLC agregará un capítulo sobre seguridad fronteriza.
Se ha dicho y se insiste, los migrantes son los pobres entre los pobres y los desamparados entre los desamparados. La miseria y violencia que azota a los países centroamericanos obliga a migrar por la supervivencia. En México la situación no es mejor, incluso en parámetros de inseguridad está peor. Hoy los migrantes son incómodos y hacen reaccionar a la Nación más poderosa, entonces, lo menos que se requiere es la solidaridad de todos los mexicanos.
Los necesitados que caminan están en nuestras puertas, en nuestro suelo, ahora es tiempo de la reacción local. De ayudar al pastorcillo o aliarse con el grandulón. El moderno Goliat no puede pisotear soberanías ni pueblos sin que haya crispación local y dignidad solidaria. Si el gobierno peñista sigue inmóvil por conveniencia, los mexicanos deben entrar al quite, ayudando al que camina porque cientos de miles de los nuestros también son caminantes en suelo ajeno.
CRIMEN Y CASTIGO
Es obvio que el motín perpetrado en el reclusorio de La Toma, de Amatlán de los Reyes, derivó de una filtración de los custodios o funcionarios a cargo de la penitenciaría. Ya lo dijo el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, los cuatro capos del narcotráfico que iban a ser trasladados a otro centro penitenciario fueron alertados, lo que les permitió pertrecharse y movilizar al resto de los internos que controlan para amotinarse.
Se corrobora que lo que siempre se ha dicho, tanto las corporaciones policiacas como los mandos burocráticos en temas de seguridad siguen infiltrados por el crimen organizado. Son cotos que al parecer están intocados desde que el innombrable dio permiso a las organizaciones criminales. Así, lo sucedido en La Toma es lamentable, pero no sorprendente, por lo que debe haber consecuencias penales, pero también de estrategia. Es inevitable la depuración en la plantilla burocrática en las áreas de seguridad pública y reclusorios.
Ya les pasó con los policías estatales cuando perpetraron la detención ilegal de un joven originario de Fortín de las Flores, Arturo Méndez, cuyo cadáver apareció en un río de la zona Centro con signos de haber sufrido tortura. Por ese caso, sucedido a principios de marzo, ocho uniformados están bajo proceso judicial por desaparición forzada, y ahora saltó el motín en La Toma.
Ahora es cuando se necesita mano dura para ‘limpiar’ el organigrama, desde custodios y policías hasta funcionarios de todo rango. De inicio, detectar y castigar a quien o quienes alertaron a los capos del narcotráfico -desde la tarde del lunes se supo de la destitución y detención del director del penal, algunos subalternos y al menos una decena de custodios- y a la vez, extirpar de una vez por todas a esos que fueron heredados de los dos sexenios pasados. Un remedio para impedir que la fidelidad siga operando en esas áreas de la Administración estatal.
LISTILLAS DESDE CHIQUILLAS
Hablando de maloras en prisión, el columnista sureño Alejandro Martínez H. asegura que la errática exvocera del duartismo, María Gina Domínguez, ya está haciendo negocio en el penal de Pacho Viejo, en Coatepec, donde se encuentra recluida desde mayo del año pasado. En su columna “Café Polaco”, Martínez afirma que la señora acaparó la producción de los talleres carcelarios y puso a las otras reclusas a maquilar bolsos para venderlos en el exterior.
“Hoy está presa en Pacho Viejo, pero gracias a la corrupción que impera en los penales veracruzanos, se las ingenia para sacar provecho a su hospedaje forzoso en ese reclusorio. Doña Gina, ya formó un grupo de reclusas que le confecciona bolsas de plástico imitación piel, las cuales las tienen que vender a través de familiares y amigos, para seguir incrementando la fortuna de los Domínguez Colío”, publicó el periodista.
Al parecer la familia de la exvocera reactivará las tiendas de artesanías y menjurjes esotéricos que con éxito operó la exvocera estatal cuando estaba en su esplendor, pero ahora con productos elaborados con mano de obra penitenciaria. No es neófita en eso, antes explotó al mano de obra indígena con un proyecto denominado “Manos Veracruzanas”, negocio que hizo junto con la expresidenta estatal del DIF, Rosa Borunda, disfrazado de programa para apoyar a los artesanos étnicos.
Como se sabe, María Gina Domínguez Colío está bajo proceso penal por desvío de recursos en la Coordinación General de Comunicación Social, tipificados en los delitos de abuso de autoridad, incumplimiento de un deber legal y coalición en contra del servicio público. Ahora, desde la cárcel comenzó a reconstruir su fortuna, poquito a poquito, a costa de la maquila en prisión. ¡Vaya! Listilla desde chiquilla, la señora no pierde tiempo ni pide que le den, sino que la pongan donde hay, como reza el clásico.
Pero no es la única, hay otra que hace algo parecido, pero en un rubro diferente. Se trata de Sara Luz Herrera Cano, expresidenta municipal de Alvarado en el trienio 2011-2013 y quien se habría hecho con el negocio de la comida en La Toma, donde se encuentra internada desde el 2014. Poseedora de la sazón alvaradeña, aprendida en las barriadas de la ciudad apodada “La Generosa”, Sarita, como le conocen, se apropió de la cocina penitenciaria y agasaja a todo el que pague bien.
En esa prisión, la señora Herrera Cano encontró una veta de oro. Ella también es listilla desde chiquilla. Pero no se confundan, Herrera Cano al igual que Domínguez Colío no es una prístina tórtola sino gente de cuidado. La exalcaldesa alvaradeña purga una condena de 30 años por ser la autora intelectual del homicidio de su secretario particular, Michel Martínez Correo. En resumen, son dos mujeres perniciosas, pero excelentes para armar negocios, no importa el lugar.