Aquila.- Las campanas de la iglesia de la Candelaria comenzaron a sonar, eran cinco minutos antes de las 11 de la mañana, de repente se escucharon llantos de mujeres, niños, jóvenes y hombres, todos quienes se habían reunido para darle el último adiós al alcalde Gerónimo Manuel García Rosas, quien fuera la primera autoridad de Aquila hasta el pasado lunes cuando fue asesinado.
El dolor de la familia que perdió al esposo, al amigo, hermano, padre e hijo, era inminente; las palabras que el sacerdote dirigió a los familiares no podían disminuir la irreparable pérdida de Manolo, como era conocido en el lugar.
Los ocho hermanos del alcalde Gerónimo Manuel, trataban de hacer fuertes a sus padres, a la esposa, pero sobretodo a los dos jóvenes hijos quienes parecían no dar crédito de lo que estaba sucediendo, incluso ellos le rogaban a su mamá que les dijera que sólo se trataba de un mal sueño, pero tristemente su madre sólo podía abrazarlos y besarlos pidiéndoles que fueran fuertes ante lo ocurrido.
Minutos después, el cortejo salió de la iglesia escoltado por amigos, familiares y decenas de menores que formaron una valla en dirección a la escuela primaria Benito Juárez en donde llevarían a cabo el primer homenaje de cuerpo presente al alcalde Gerónimo Manuel.
Las palabras dirigidas de parte de la directora de la escuela fueron recordando a Manolo como un excelente estudiante de esa institución, como un joven dedicado a sus estudios, pero sobretodo como un Alcalde comprometido y dedicado a apoyar a la niñez, a quienes no les falló en ningún momento de los 30 meses que fungió como Presidente municipal.
Después de 15 minutos los restos mortales fueron escoltados hasta la puerta principal del Palacio municipal en donde el secretario del Ayuntamiento, Arturo Ramírez Carrera encabezó un pequeño pero significativo homenaje a aquel hombre que fue un excelente jefe pero sobretodo un amigo para quienes trabajan ahí.
Luego de dar algunas palabras de pésame a los deudos, se llevó a cabo el pase de lista en donde al escuchar el nombre de Gerónimo Manuel García Rosas, los más de 200 habitantes ahí reunidos respondieron “Presente”, seguido de aplausos y llanto que significaba el poco consuelo que tenía la familia.
Posteriormente se trasladaron nuevamente a su casa en donde se despedirían sus hijos y su esposa; cerca de las 16:00 horas partieron hacia el panteón municipal en donde yacerían los restos del alcalde Gerónimo Manuel, a quien recordarán como una persona humanitaria.
Anabel F. Salazar
El Buen Tono
