Agencias
México.- En un incidente reciente en la Escuela Normal Rural Carmen Serdán en Teteles de Ávila Castillo, Puebla, una madre de Poza Rica, Veracruz, intervino para rescatar a su hija y otras estudiantes que se encontraban retenidas dentro del internado. La situación se desató cuando se descubrió que las estudiantes de nuevo ingreso estaban siendo sometidas a maltratos y trabajos forzados como parte de la “semana de la novatada”.
Los informes indican que las jóvenes fueron obligadas a realizar tareas agotadoras, se les negó comida y agua, y se les privó de sueño. La preocupación aumentó cuando se reportó que una de las estudiantes, Ximena, había pasado una semana sin comer debido a estos rituales.
La situación llevó a que 12 alumnas abandonaran la escuela debido a las condiciones inhumanas en las que se encontraban. Los padres de familia han demandado el fin de estas prácticas y una respuesta por parte de las autoridades.
La Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), que representa a la institución, ha rechazado las acusaciones, afirmando que se trata de una campaña de desprestigio contra la Escuela Normal Rural. En un comunicado, la FECSM alegó que el incidente del 18 de agosto, cuando una madre tomó fotografías y amenazó a las estudiantes, y los eventos del 19 de agosto, cuando otras madres intentaron ingresar al plantel, forman parte de un ataque coordinado contra la institución.
Este conflicto ha generado un debate sobre las prácticas tradicionales en las normales rurales y ha puesto en evidencia la necesidad de revisar y reformar las normas internas de estas instituciones para garantizar el bienestar de sus estudiantes.
