Córdoba.- El Ayuntamiento de Córdoba utiliza materiales reciclados y en mal estado para el mantenimiento de la infraestructura escolar dañada con los sismos de septiembre.
Argumentando la falta de recursos por cierre de Administración, pretenden realizar obras con tuberías oxidadas, rotas y cemento hecho piedra.
En la telesecundaria Simón Bolívar, ubicada en la unidad habitacional Rincón del Bosque, se registraron daños desde el primer sismo del pasado septiembre, la barda perimetral de la fachada del plantel sufrió cuarteaduras, así como una ligera inclinación hacia la parte interna del plantel. Además, hubo daños en dos aulas.
Tras el desperfecto y contando con el respaldo de la inspección ocular por parte de Protección Civil Municipal, el 18 de septiembre se presentó un oficio dirigido al presidente Tomás@elalcahuetedePortillayLavín para pedirle su apoyo e intervención en la reconstrucción de la barda y el mantenimiento a las aulas.
Sin embargo, y luego de varias visitas, el único apoyo que se les dijo recibirían de parte del Ayuntamiento sería para tirar la barda y colocar un cercado de malla, propuesta que fue aceptada por los integrantes de la Sociedad de Padres de Familia del plantel.
Fue hasta el pasado lunes 16 de octubre, cuando se presentó un sujeto de apellido Moctezuma, de la Dirección de Obras Públicas para ejecutar el retiro de la barda. Pese a que estaba proyectado iniciar los trabajos de la demolición, los padres de familia impidieron el retiro de la barda al percatarse que los materiales que pretendían utilizar estaban en malas condiciones; los tubos oxidados y rotos, mientras que el bulto de cemento para la construcción de las bases estaba hecho piedra.
Por esta situación, solicitaron al personal suspendieran labores, al considerar que no generaban una solución, pues al tratarse de materiales de reúso no eran idóneos para el proyecto. Con el intento de demolición, la barda quedó a un más frágil, pues se habían hecho algunos huecos que tuvieron que volverse a rellenar para evitar el ingreso de delincuentes. Por lo que se mantienen en espera que las autoridades municipales cumplan su promesa de ayuda.